Helen Gurley Brown, editora jefe de la prestigiosa revista Cosmopolitan, durante más de tres décadas falleció hoy a los 90 años tras una breve hospitalización en Nueva York.
“Helen Gurley Brown era un icono. Su fórmula para dar consejos directos y honestos sobre relaciones, carrera profesional y belleza revolucionaron la industria de las revistas”, afirmó hoy en un comunicado Frank Bennack, consejero delegado de Hearst, el grupo propietario de Cosmopolitan, que no detalló el motivo de la muerte ni de la hospitalización de la editora.
Nacida en 1922 en la localidad de Green Forest (Arkansas), Gurley Brown saltó al estrellato con “Sex and the Single Girl”, donde repasaba su vida de soltera y “animaba a las jóvenes a disfrutar de la soltería, a sentirse realizadas en su trabajo, a mantener relaciones no materiales con hombres y a encontrar placer en el sexo”, recordó Hearst.
Había escrito esa obra animada por su marido, el productor de cine David Brown, con quien llevó a cabo múltiples proyectos conjuntos como obras de teatro, series televisivas, varios libros y diferentes revistas dirigidas a las mujeres solteras, entre ellas “Femme”.
Ese último proyecto fue el que llamó la atención de los directivos del gigante Hearst, que decidió poner a Gurley Brown a los mandos de la revista Cosmopolitan en julio de 1965 con el objetivo de resucitar una publicación por entonces conservadora que contaba con una distribución de unos 800.000 ejemplares.
La editora, quien hizo famosa la frase “las chicas buenas van al cielo y las chicas malas van a todos lados”, consiguió multiplicar de forma “espectacular” los ingresos por publicidad de la revista llevando hasta su portada modelos sensuales, contenidos provocativos y un “nuevo y fresco punto de vista que atraía a las jóvenes”, según Hearst.
“Mi éxito no se basó tanto en una gran inteligencia como en un enorme sentido común”, aseguró alguna vez la legendaria editora, quien también estuvo detrás de otras obras como “The Single Girl’s Cookbook” (1969) y “Sex and the New Single Girl” (1971).
En 1997, después de 32 años en el puesto y de haber multiplicado hasta 2,5 millones el número de ejemplares de la revista, la periodista canadiense Bonnie Fuller sucedió al frente de “Cosmopolitan” a Gurley Brown, quien pasó a ocupar el puesto de editora jefe de sus ediciones internacionales.
En enero de este año, la legendaria editora donó 30 millones de dólares a las universidades de Columbia y Stanford para la creación de un nuevo instituto de innovación en los medios de comunicación con su nombre, lo que supuso la mayor donación de la historia de la facultad de periodismo de Columbia.
La muerte de Gurley Brown ha conmocionado al mundo editorial estadounidense y ha suscitado numerosas reacciones, como la del alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, quien la calificó hoy como “una pionera que no solamente reformó toda la industria de la comunicación, sino la cultura de este país”.
Bloomberg, amigo personal de la editora, recalcó la valentía de Gurley Brown, “un modelo a seguir por millones de mujeres que abordó sus pensamientos, dudas y sueños de una forma brillante en el papel”.
También hubo palabras de admiración desde el mundo de la moda, como las de la directora de moda de la edición estadounidense de la revista Marie Claire, la colombiana Nina García, quien lamentó la muerte de una “pionera y gran inspiración a la que siempre he tenido una gran admiración”