Los mensajes del presidente de Uruguay y exlíder de la guerrilla tupamara, José Mujica, del premio Nobel de Paz argentino en 1980, Adolfo Pérez Esquivel, y de otros personajes que han luchado por la paz en sus países abren este domingo el foro sobre la participación política en el proceso de paz.
El director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz de la Universidad Nacional, Alejo Vargas, que organiza esta cita junto con la ONU, dijo a Efe que “en este momento hay muchas miradas de la comunidad internacional puestas en Colombia”.
Esa atención se traduce en estos mensajes que también enviarán a los participantes la presidenta de Liberia y premio Nobel de la Paz de 2011, Ellen Johnson-Sirleaf; el arzobispo y héroe en la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, Desmond Tutu; y el expresidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz 1987, Óscar Arias.
Con estos aportes comenzará el foro que entre el domingo y el martes próximos congregará a partidos políticos y movimientos sociales para elaborar sus propuestas sobre la participación de grupos armados en política tras una eventual firma de la paz en Colombia.
Los negociadores del Gobierno y de las FARC encargaron a la ONU y a la Universidad Nacional la organización de este foro para recoger el sentir de la sociedad civil y enviarlo después a la mesa de negociaciones en La Habana.
“Vamos a dar un peso importante a la experiencia internacional para forzar o reforzar en la sociedad la idea de que el caso colombiano no es el único, es uno más de casos de transiciones de conflictos a situaciones de postconflicto, y ha conllevado a muchos países a que grupos armados pasen a convertirse en grupos políticos”, adelantó Vargas.
Protagonistas de los procesos de El Salvador, Sudáfrica, Filipinas y Uruguay presentarán sus experiencias en el foro que cerrará el colombiano monseñor Leonardo Gómez Serna, Premio Nacional de Paz de 2010 por su labor en los diálogos con los grupos armados, y quien enviará un mensaje de reconciliación.
Las FARC y el Gobierno ultiman en La Habana los detalles del acuerdo sobre el primer punto de la agenda, que es el problema de la tierra, y se disponen a comenzar a discutir las fórmulas de participación de esa guerrilla en política.
Este punto es un foco de polémica en la sociedad civil colombiana y, como reconoció Vargas, el rechazo popular se podría plasmar en una foto “cargada de mucha incertidumbre”, que no obstante irá cambiando “a medida que los mensajes que lleguen desde La Habana (contengan) términos de avance”.
Con EFE