En un comunicado de la Delegación de Paz de las FARC en La Habana, el grupo insurgente rechaza la categorización de narcotraficantes, la cual argumentan “confunde la mente de los colombianos” y desconoce su “lucha rebelde y altruista” en más de 50 años de conflicto armado en el país.
“El primer mandatario aludió al delito político, pero asociándolo al narcotráfico. Al hacerlo de esa manera, confunde en la mente de los colombianos y de muchos en el mundo la imagen del guerrillero con la del narcotraficante, incurriendo en una distorsión conceptual de fondo, que en vez de concitar apoyo a la causa de la paz, genera confusión” manifestaron las Farc en el comunicado.
El grupo insurgente señala además que esta categorización “desfigura la lucha altruista, que entraña el legítimo derecho a la rebelión”, ya que de alguna manera apunta a señalar a las FARC como un grupo de narcotraficantes.
Asimismo pidieron al gobierno ser claros y separar el delito de narcotráfico de los delitos políticos, con el propósito de que avance la agenda de las negociaciones.
“Las FARC-EP hemos planteado y asumido siempre, con responsabilidad e interés, el debate público sobre el fenómeno del narcotráfico, como un problema social y global, que requiere del concurso de las naciones del mundo para su solución. De hecho, el acuerdo parcial del cuarto punto de la Agenda de Diálogos así lo consigna, y evidente es que está construido a partir de nuestras propuestas mínimas que el país conoce y que señalan al sector financiero, a través del lavado de activos, como su motor fundamental”, señala el comunicado.
No obstante las Farc reconoce que sus actividades siempre se han ejecutado en función de la rebelión, pero que “esto se incluyen los actos de financiación que han tocado distintos sectores, incluidos traficantes de todo tipo de mercancías legales e ilegales, sin involucrarnos en procedimientos de cultivo de marihuana, coca o amapola, ni en actividades de producción o comercialización de drogas de uso ilícito”.
Aunque se niegan a admitir ser narcotraficantes. “Nunca hemos admitido ni admitiremos ser narcotraficantes o que los hechos que configuran el complejo fenómeno del narcotráfico se asimilen, en su conjunto, al carácter que tienen el delito político y la rebelión; entre otras consideraciones, porque nunca podríamos aceptar que un negocio, cualquiera sea, destinado al enriquecimiento personal, pueda admitirse como altruista y revolucionario, menos cuando en ellos están articuladas verdaderas organizaciones y redes criminales transnacionales, cuyo nido es el poder financiero mundial”, explican.