"No me arrepiento de haber abortado"

Este martes se llevó a cabo el foro “Aborto legal en Colombia: Presente y Futuro”. En él, el Fiscal General anunció la propuesta que llevará al Congreso en aras de legalizar el aborto sin restricciones en el país.

El debate fue organizado por la Fundación Buen Gobierno, Women’s Link Worldwide y Profamilia. En este se discutió cuál es la situación actual del aborto y los obstáculos que existen para su legalización en el país.

Al evento asistió el fiscal general de la Nación, Eduardo Montealegre, el Ministro de Salud, Alejandro Gaviria, el Padre Carlos Novoa, y Laura Torres, una joven que contó su experiencia vital del aborto, entre otras personalidades.

Cada panelista dejó sentado su punto de vista en el auditorio del Congreso frente al tema. Por ejemplo, el Fiscal, propuso que la interrupción voluntaria del embarazo pueda permitirse sin restricciones “al menos durante las doce primeras semanas de gestación” discusión que ledá al Congreso de la República. Por su parte, el Padre Carlos Novoa, dijo que el Estado debe emitir políticas preventivas frente al aborto, que superar la exclusión social y reiteró que “desde el punto de vista de la ética y del derecho el responsable de un hecho y un comportamiento es quien lo produce”.

Confidencial Colombia conversó con Laura Torres, una de las panelistas, sobre la experiencia de haber abortado, la responsabilidad del Estado, la situación de los establecimientos educativos frente a programas de educación sexual y sobre las personas u organizaciones que se oponen a la legalización del aborto en Colombia.

Cuando Laura tenía 16 años, hace una década, ella quedó en embarazo; terminaba su bachillerato y entre sus planes no estaba ser mamá. Una amiga la llevó a un sitio clandestino donde le ofrecieron medicamentos que nunca supo cómo se llamaban, pero que hicieron que interrumpiera su embarazo.

Confidencial Colombia: ¿Por qué decidió abortar?

Laura Torres: En mi plan de vida no estaba tener hijos a esa edad. Hasta ahora estaba empezando mi universidad, yo quería vivir un montón de cosas y dentro de mis planes a corto y largo plazo no estaba tener un hijo. No tenía la mayoría de edad como para trabajar en algo, no había ninguna posibilidad ni económica ni psicológica para tener un bebé porque no estaba planeado.

Respecto a la legalidad es muy triste que muchas mujeres pongamos en riesgo nuestra vida, a la hora de tomar una decisión sobre nuestro cuerpo de manera ilegal y clandestina. De hecho, también es un problema socioeconómico porque la mayoría de mujeres que mueren son pobres; hay otras que tienen la facilidad económica podrá ir a lugares en donde les practiquen el procedimiento de manera segura.

Y cuando hay mujeres que se realizan un aborto ilegal el paradero de ellas es una clínica, una cárcel o un cementerio. Estos no pueden ser los destinos de una persona que se practica un aborto.

CC: ¿Cuantos años tenía su pareja?

LT: Tenía 19 años

CC: ¿Y él estuvo de acuerdo con el aborto?

LT: Él me dijo que me apoyaba en lo que yo decidiera. Sin embrago, él me dejó claro que le habría gustado tenerlo, de hecho, siempre quiso tener un bebé, pero yo no. Entonces tomé la decisión y me apoyó.

CC: Hace aproximadamente 10 años pasó esto, ¿qué programas de educación sexual había o qué se hablaba en el momento sobre el tema?

LT: La educación en los colegios sobre este tema siempre ha sido reducida. Solo dicen, qué es un condón, una píldora, qué es una “T” (método anticonceptivo regular). No se enfocan en educación sexual de autocuidado, de proyectos de vida. En ese tiempo mi educación era eso: esto es un condón, esto es anticonceptivo y ya. De hecho, yo usaba preservativos, el problema no es el uso, sino que no son 100 por ciento seguros.

En la familia también es importante que haya una comunicación, por ejemplo, en la mía el tema no se tocaba. En mi casa nunca supieron que yo había abortado.

CC: ¿Cómo se trata este tema actualmente en las familias?

LT: Hay familias muy diversas. Por ejemplo, hay unas que siempre tocan el tema o compran los preservativos. El tema del aborto sigue polarizando mucho y se sigue debatiendo al interior de las familias.

En mi caso mi mamá siempre fue de las que habló de interrumpir un embarazo si uno no quería tener un hijo, ya fuera porque el momento era inapropiado o porque no había suficiente preparación. Quizá por eso pude tomar la decisión a pesar de que nunca se lo consulté; por el lado de mi papá, él nunca habló del tema.

Creo que en la mayoría de las familias colombianas se sigue culpando a las mujeres y surgen conceptos como: “si no quería tener hijos porque se dejó embarazar”; esto también es problema de los hombres, nosotras no nos embarazamos por que sí, es porque hay un acto entre dos. Entonces siempre se ha dicho que esto ha sido una responsabilidad exclusiva de las mujeres y no es así.

CC: ¿Y qué tanto ha evolucionado el Estado frente al aborto en esta última década?

LT: Digamos que la sentencia fue un gran paso, porque ha hecho que al menos se ponga en discusión en los medios y en la sociedad. Infortunadamente tenemos en el Senado muchas personas de derecha, donde siguen hablando de la vida desde la religión, eso me parece complicado porque los que legislan no son las personas que nos representan, por eso siempre se tienen que llevar a la Corte. Institucionalmente sigo pensando que está atrasado sobre todo porque los que hacen las leyes son de derecha.

CC: Luego del aborto, ¿Qué pasó con su vida?

LT: Continué con mi proyecto de vida. Me gradué, estuve trabajando un par de años acá, luego salí del país y ahora estoy terminando mi maestría en Comunicación y Derechos Humanos. No sé qué hubiera pasado si hubiera tenido un hijo. ¿Hubiera terminado mis estudios? ¿Hubiera podido viajar? Tengo cero arrepentimientos de la decisión que tomé, no me arrepiento de haber abortado, lo hice con conciencia, es algo que deberíamos hacer sin dejarnos culpar de todas esas ataduras que socialmente se dan.

CC: ¿Qué le dice a las organizaciones o las personas que se oponen a que se legalice totalmente el aborto?

LT: Que el derecho al aborto tiene un argumento constitucional; vivimos en un país laico, en este país se respeta la creencia de todo tipo. Lo que no deben hacer los Congresistas es legislar con base en sus creencias. Esto está pasando con muchos Senadores; pasa con el Procurador, pasa hasta con los medios de comunicación cuando van y consultan a los sacerdotes. Estamos en un país laico donde somos diversos, en el que ellos pueden seguir con sus creencias y hasta dando látigo si quieren, pero que dejen de legislar bajo a sus argumentos porque están poniendo en riesgo nuestra vida. La fe es una cosa, las leyes son otra.

CC: ¿Piensa tener hijos?

LT: La verdad no. En este momento no; El 90 por ciento se lo lleva un no, pero el 10 por ciento un de pronto.

CC: ¿Qué tiene para decirles a las mujeres que han pensado en abortar?

LT: Invito a las mujeres a que se informen, que no están solas, somos una red de apoyo, que estamos dispuestas a asesorar, acompañar, a guiar. Que no tienen por qué sentirse culpables si están pensando tomar alguna decisión sobre su cuerpo; que hay servicios amigables en algunos centros de salud. Lo más importante es que no afecten su salud, sobre todo la mental.