El Gobierno y las FARC anunciaron un mecanismo realista y práctico, para blindar jurídicamente el Acuerdo Final de La Habana. Aunque abrirá varios debates jurídicos logró frenar uno político que estaba asfixiando a la negociación: la Asamblea Constituyente.
Según el Mandatario, con el nuevo acuerdo logrado en La Habana se da estabilidad y seguridad jurídica a los acuerdos que surjan del proceso de paz, y también prácticamente se asegura que sea el pueblo colombiano el que tenga la última palabra en materia de refrendación de los acuerdos. Desde Londres, el Presidente Santos hizo votos para que muy pronto se resuelva el punto del cese al fuego definitivo entre las FARC y el Gobierno, que será seguido por la dejación de las armas, lo cual significará el fin del conflicto armado y de esta guerrilla como grupo armado ilegal.
El anuncio hecho en La Habana es muy importante, porque prácticamente queda resuelto el punto seis, el punto que tiene que ver con la implementación y la refrendación de los acuerdos.
De acuerdo con el Presidente Santos, se logró dar “un paso importantísimo para darles estabilidad y seguridad jurídica a las dos partes”. Y afirmó que a las FARC “les interesa que los acuerdos se mantengan, se garantice que no va a haber cambios”, interés que comparte el Gobierno Nacional: “las dos partes estamos interesadas en que se cumplan: que haya estabilidad y que se garantice su permanencia en el tiempo”.
Para el Mandatario el haber aceptado estos procedimientos es señal de que las FARC “reconocen por primera vez nuestra Constitución, nuestras leyes y los poderes que emanan de nuestra Constitución”.
El llegar a este tipo de acuerdos es en realidad importante ya que las FARC venían desconociendo la Constitución, es más, “combatiéndola, desconociendo los poderes del Estado”, dijo el Mandatario. Con esta decisión también se reconoce el Congreso de la República, porque es a través del proyecto de acto legislativo que se va a permitir la inclusión de todo el punto de las víctimas, de la jurisdicción especial para la paz.
El Presidente Santos también resaltó que a través de estas decisiones queda prácticamente asegurado lo que “les habíamos prometido a los colombianos”. Desde el principio de los acuerdos el Gobierno había sido enfático en cuanto a su posición frente a la posibilidad de una asamblea nacional constituyentes y que será el pueblo colombiano el que tenga la última palabra, una vez firmados los acuerdos.
“Hacemos votos para que muy pronto también se resuelva el punto que tiene que ver con el cese al fuego definitivo entre las FARC y el Gobierno. Ese cese al fuego, por supuesto, es seguido por el procedimiento de la dejación de las armas, y eso querrá decir el fin de la guerra, el fin del conflicto armado, el fin de las FARC como grupo armado. Y esa es una noticia también muy importante. Espero que allá lleguemos muy pronto. Por eso lo que ayer se anunció es un paso en la dirección que todos esperamos, en la dirección de la paz”.
El Presidente aprovechó para aclarar, una vez más, que con estos acuerdos “no les estamos entregando el país a las FARC, es todo lo contrario: las FARC están reconociendo nuestra democracia, nuestra institucionalidad, nuestras leyes y los poderes que emanan de esa Constitución”.
Con Acuerdo de implementación, después de 60 años, FARC entran a la institucionalidad, reconocen la Constitución y las leyes #LaPazEsPosible
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) 13 de mayo de 2016