Fue una noche gloriosa para el atletismo brasileño, que vio como una de sus grandes y más jóvenes figuras, logró el oro de salto con garrocha en los Juegos Olímpicos de Rio 2016. Thiago Braz DaSilva venció al gran favorito, recórd del mundo y campeón en Londres 2012, el francés Renaud Lavillenie.
El estadounidense Sam Kendricks se colgó la medalla de bronce. Braz fue el único que logró saltar por encima de los 6.03 metros, marcando así además un nuevo récord olímpico. Lo hizo en el segundo intento, mientras que Lavillenie fracasó en sus dos intentos sobre esta marca y aunque intentó un último salto en 6.08 metros, no lo superó. Braz le da así a Brasil, país anfitrión, su segundo oro en estos Juegos Olímpicos, tras el conseguido por la judoca Rafaela Silva.
El joven saltador, de 22 años recién cumplidos, ganó en 2012 el campeonato del mundo junior en la modalidad de salto con garroche, y en 2013 se proclamó campeón de Sudamérica, con un récord de 5.83 metros, un récord que batió de nuevo en 2015 en Bakú (Azerbaijan), para dejarlo en 5.92 metros. Éste es el primer oro Olimpico para Braz, pero no lo es para su entrenador, el ucraniano Vitaly Petrov, que fuera también el entrenador de Sergey Bubka (legendario saltador de garrocha, oro en Seúl 88) y de la rusa Yelena Isinbayeva (oro en Pekín 2008).
La carrera de Thiago promete, puesto que ha vencido en estos Juegos a la actual gran estrella del salto con garrocha internacional, el francés Lavillenie, número uno de los últimos cuatro años en la Golden League y que ha terminado en el podio en los últimos cuatro mundiales de atletismo.
Lavillenie, que posee el récord del mundo en 6.16 metros de altura, tuvo un concurso limpio en Rio 2016 hasta que llegó a los 6.03 metros, altura que no logró sobrepasar en ninguno de los dos intentos. El estadounidense Kendricks, por su parte, terminó tercerl al asegurar los 5.85m al primer intento, aunque luego ya no pudo con su siguiente intento sobre 5.93.