Los militares aseguran tener de rehén al Jefe del Estado Mayor turco. En un comunicado aseguran que después del golpe militar se seguirán manteniendo las mismas relaciones internacionales que hasta ahora. Por otro lado, el presidente del país, Recep Tayyip Erdoğan, no habría sido apresado por los militares y se encuentra sano y salvo, según medios locales.
La tarde de este viernes, el Ejército turco impuso la ley marcial a lo largo y ancho de todo el país, desplegando tanques en las autopistas de acceso a Estambul y Ankara, apoyados por blindados, cazas y helicópteros del Ejército, bloqueando las redes sociales Facebook y Twitter.
A pesar de que los medios locales cuentan con muy poca información oficial, las redes están repletas de testimonios sobre la presencia de aviones militares F-16 y varios helicóptros y el bloqueo de dos puentes sobre el estrecho de Bósforo en Estambul.
Directo | Imágenes de los helicópteros disparando en Ankara https://t.co/ZP9qF1OFYB https://t.co/Kc2ZywCJVJ
— EL PAÍS (@el_pais) 15 de julio de 2016
Por su parte, el primer ministro turco, Binali Yildirim, afirmó ante la prensa que el Gobierno aún trabaja con normalidad y que no se permitirá que triunfe el levantamiento perpetrado por “militares actúan por su propia iniciativa”, informa la agencia Haaretz. “Se trata de un grupo dentro del Ejército que se ha alzado”, dijo el jefe de gobierno, quien admitió que esos militares habían “rodeado algunos edificios importantes”. “Quienes lo han hecho pagarán un alto precio. No haremos concesiones en la democracia”, prometió Yildirim.