Después de dilatar varias veces su proceso de extradición, finalmente Marcos de Jesús Figueroa García, considerado uno de los narcoparamilitares más peligrosos y poderosos de los últimos años en Colombia, llega al país para responder ante la justicia por centenares de homicidios, narcotráfico, contrabando, entre otros delitos. Será testigo clave en los juicios contra el ex gobernador de La Guajira, ‘Kiko’ Gómez ¿Prenderá el ventilador contra otros políticos?
Desde el martes 26 de abril una comisión de la Dijín de la Policía viajó a Brasil para iniciar la extracción de alias ‘Marquitos Figueroa’, hacia Colombia en donde deberá responder por varios delitos. Figueroa está vinculado con delitos como homicidios, narcotráfico, tráfico de armas, desapariciones y contrabando de combustible, así como con la investigación contra el ex gobernador de la Guajira, Juan Francisco Gómez, por el asesinato de un ex concejal y dos campesinos. El capo del narcotráfico, fue capturado en Brasil en octubre de 2014, tras un fallido operativo en Venezuela del que logró huir.
La llegada de alias ‘Marquitos Figueroa’ estaba planeada para el mismo martes, sin embargo complicaciones en el clima hizo que tuviera que ser aplazada para el miércoles 27 de abril, según informó la Policía.
‘Marquitos’ considerado como el último gran capo colombiano, fue trasladado desde Manaos, Brasil, a la Base Antinarcóticos de la Policía en Bogotá. A bordo del avión estuvo custodiado por agentes de la Dijín y la Interpol, así como delegados de la Fiscalía y de la Procuraduría.
‘Marquitos’ ya está en territorio colombiano. Agradecemos a Brasil por su cooperación contra el crimen organizado. pic.twitter.com/GF92HigDKX
— General Jorge Nieto (@GeneralNietoR) 27 de abril de 2016
Figueroa fue entregado por las autoridades de Brasil, al director del CTI, Julián Quintana y a una comisión especial de la Policía colombiana. Una vez en el país será presentado ante un juez de garantías en Bogotá para legalizar su captura.
Por ser considerado un delincuente de alta peligrosidad ‘Marquitos Figueroa’ será recluido en el búnker de la fiscalía hasta que el juez indique el sitio de su reclusión.
En octubre pasado, el entonces vicefiscal general de la Nación y hoy titular del ente, Jorge Fernando Perdomo, indicó: “Figueroa está en una cárcel de máxima seguridad y esperamos que en un mes se pueda dictar allá la sentencia y calculamos que se puede tener a alias Marquitos en dos meses en Colombia”.
De acuerdo con Perdomo la demora, por así llamarle, en el trámite se debió a la autorización de la extradición que debía ser oficiada por parte de Brasil es una sentencia escrita, ya que el sistema del país es mixto: primero la avala una autoridad judicial y luego el Ejecutivo.
Las deudas de ‘Marquitos’ con la justicia colombiana
Marcos de Jesús nació en Fonseca (Guajira) en una familia tradicional Wayúu. Ya para los años noventa alias ‘Marquitos’, con arma en mano, cobraba “impuesto” de paso a todo lo que entraba y salía de la frontera. Para ese momento ya se había convertido en un reducidor de contenedores y tractomulas.
A mitad de los años noventa las autoridades de la Costa lo sorprendieron como reductor y lo enviaron a la cárcel de Santa Marta. Sin embargo, haciendo gala de su astucia, ‘Marquitos’ ayudado por una volqueta, logró fugarse del penal en compañía de dos reclusos más. Pero esto solo sería una pequeña muestra de sus alcances delictivos.
De acuerdo con Perdomo, “Figueroa hace parte de una organización delictiva conocida como Los Curicheros, que ha estado dedicada desde 1995 a diferentes actividades delictivas: homicidios selectivos, contrabando de combustible entre Colombia y Venezuela, secuestros, masacres, desapariciones forzadas y extorsiones, entre otras”.
Con el proceso de Justicia y Paz parte de esta estructura se desmovilizó con el nombre de Frente de Resistencia Tayrona, “pero varios integrantes siguieron delinquiendo y conformaron un grupo de crimen organizado común”, indicó el hoy Fiscal General.
Alias Marquitos tiene en Colombia tres procesos activos por varios homicidios: los de Luis Alejandro Rodríguez Frías y Rosa Cabrera, ocurridos el 7 de julio de 2000; Yandra Brito, Henry Ustáriz y Wilfrido Fonseca, entre 2008 y 2012, así como el de Dílger Becerra y otras personas, en 2011.
“El caso más avanzado es por el homicidio de Frías y Cabrera, en Fonseca, La Guajira, donde hemos establecido su participación y tiene medida de aseguramiento y se presentará pronto acusación”, dijo.
Figueroa es además testigo clave en los juicios por seis crímenes que se llevan contra el exgobernador de La Guajira, Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez Cerchar y está señalado de más de 250 asesinatos perpetrados en la península, el vecino departamento del Cesar, Magdalena y Atlántico.
Así mismo, la banda de alias ‘Marquitos’ está señalada por aparentes nexos con la guerrilla de las FARC y el grupo narcotraficante mexicano de los Zetas.
La condena
Alias ‘Marquitos’ fue arrestado por la Policía Federal brasileña en la ciudad de Boa Vista, capital del estado amazónico de Roraima, el 22 de octubre de 2014, con la ayuda de la Policía de Colombia y con el empleo de tecnologías satelitales y seguimientos a sus ocho mujeres en Colombia y Venezuela.
Una vez capturado fue trasladado a Sao Paulo, y tras el pedido de extradición por parte de Bogotá, en el Supremo Tribunal Federal fue abierto el expediente 1382, que quedó en manos del ministro (magistrado) Luiz Fux.
Tras varios intentos frustrados, el 27 de mayo de 2015, Marcos Figueroa fue llevado, bajo estrictas medidas de seguridad, a una audiencia en la que, por decisión de Fux, lo interrogó el juez instructor Livio Marcus Gómez.
Posteriormente, el abogado Figueroa intentó tumbar el interrogatorio argumentando que ese día no tuvo la oportunidad de ejercer bien su papel de defensor y hablar lo debido con su cliente, pero esta petición la negó Fux.
De esta manera, el caso del señalado jefe de la temible banda sicarial de Los Curicheros, quedó listo para la decisión de si era extraditado a Colombia.
El 20 de octubre pasado el Tribunal Supremo de Brasil aprobó la extradición de Figueroa, por unanimidad, y condicionó la extradición al compromiso por parte del Gobierno de Colombia de aplicarle una condena de hasta 30 años de cárcel, que es el máximo castigo que aplica el Código Penal brasileño.
Por lo tanto ‘Marquitos Figueroa’ no podría ser procesado por los más de cien homicidios por los que es investigado cometidos en La Guajira. Además, no sería posible una sentencia mayor a 30 años de cárcel por algún homicidio cometido en Colombia, a pesar de que la ley establece como pena mínima los 33 años de prisión y 50 años como pena máxima.