Vendedores del GranSan, el Madrugón y San Victorino realizan movilizaciones en rechazo a la introducción de productos chinos al mercado nacional que han venido afectando al comercio. Los protestantes buscan que el Gobierno asuma una política nacional que proteja a los empresarios del país.
En una protesta pacífica cerca de cuatro mil vendedores, costureras, confeccionistas, conductores y todos los que dependen del negocio en este importante sector de Bogotá, se manifestaron en contra del comercio chino que ha ido invadiendo masivamente el mercado.
La diferencia de precios que ha generado una oferta discriminada de mercancías provenientes del país asiático y el supuesto interés de los chinos por “apoderarse” de esta área comercial de Bogotá, a través del presunto pago de elevadas primas que hacen para quedarse con locales y bodegas, fueron unas de las razones que impulsó a esta iniciativa.
Este tipo de mercancías estarían entrando al país de forma masiva y sin ningún tipo de control por parte de las autoridades afectando directamente a minorista y mayorista del país. Los que más se han visto perjudicados con esta invasión asiática han sido los sectores de confecciones, calzado y marroquinería.
Vestuario, juguetería, papelería, calzado, joyería, artículos de cuero y para el hogar, son los productos que estarían ofreciendo los chinos de forma irregular, a precios muy bajos y de mala calidad, según denuncian los empresarios colombianos
Los comerciantes denunciaron también que son más de 30 locales que ellos (los chinos) tienen arrendados , ubicados entre las calles 10 y Jiménez y de la carrera 10.ª hasta la Caracas, a través de los cuales dan las mercancías a precios que van contra el producto nacional. Temen perder el puesto de trabajo, el capital y que San Victorino se vuelva un barrio chino.
Yansen Estupiñán, uno de los líderes de la manifestación, indicó que “las intenciones de los chinos van más allá de abrir simples locales, y buscan quedarse con el popular ‘Madrugón’”, espacio liderado por colombianos y del cual se surten comercios de otras partes del país e incluso de Ecuador, Perú y Bolivia.
En total, San Victorino, según cifras de Fenalco, genera 23 mil 800 empleos en 2 mil 500 establecimientos. Además, a diario pasan cerca de 400 mil personas.
Los vendedores buscan que el Gobierno brinde una protección inmediata, dirigida especialmente a la industria nacional de textiles y confección y que se privilegie con políticas públicas la industria nacional sobre la foránea.
Gobierno debe garantizar derechos de productores y comerciantes San Victorino. No a competencia desleal contrabando. pic.twitter.com/0PgQoCYz2c
— Juan Carlos Flórez (@Juan_Florez) 18 de mayo de 2016
También piden que se estudie el costo de beneficio que ha tenido para Colombia la importación de textiles. Estupiñán destacó las ayudas del Gobierno, pero solicitó “investigar porqué resulta mucho más barato traer un pantalón de la China que fabricarlo en el país” y no descartó que existan “actividades ilegales detrás de este comercio”.
Marcha de comerciantes y trabajadores de #sanvictorino contra confección china, rumbo a la plaza de Bolívar. pic.twitter.com/PmRY82kseQ
— Hugo Parra (@hugoparragomez) 18 de mayo de 2016
Previo a las manifestaciones, en un gigantesco operativo más de 300 uniformados de la Policía Fiscal y Aduanera se tomaron el sector en el centro de Bogotá, en la búsqueda de supuesta mercancía ilegal y de contrabando. En lo corrido del año la autoridades han hecho 68 visitas a los comercios chinos de la zona y han aprehendido mercancías por valor 11 mil 504 millones de pesos.
*Video tomado de la AGENCIA DE NOTICIAS RPTV