Gran Bretaña, decisión crucial

El Reino Unido define a través de el referéndum su permanencia o no de los británicos en la Unión Europea. El famoso Brexit (viene de juntar Br de britain con la palabra exit o salida en inglés) ha sido el tema de conversación y de disputa más importante para los ingleses desde hace muchos años. Los que están a favor de abandonarla, sienten que se sacarán una espina pues nunca estuvieron de acuerdo con entrar a la Unión Europea.

Muchas y muy variadas son las razones que argumentan los partidarios de la salida de Europa. Ni ven, ni quieren ver ningún beneficio por estar juntos; tampoco reconocen los aportes de países, que otrora fueron enemigos acérrimos y hoy codo con codo trabajan para una Europa mejor y más moderna.

Ven, al igual que los grupos de extrema derecha europeas, todos los ángulos negativos que asolan el viejo continente estos últimos tiempos. El terrorismo y gran aumento de la delincuencia, la crisis de los refugiados que lejos de arreglarse no ha hecho mas que comenzar, agrandando las importantes diferencias de objetivos en los países padres de la Unión Europea, y la mala salida a la crisis económica, muy centrada en Grecia, que durante un tiempo amagó con afectar la línea de flotación de países como España y Portugal.

No ha sido muy acertada la campaña sobre la permanencia, ya que mas de la mitad de los diputados del partido conservador están en contra. Algunos de los ministros del gabinete Cameron, también, así que el líder del Partido para la Independencia del Reino Unido, Nigel Farage está feliz, puesto que la encuestas están estos días últimos dan una ligera ventaja a la salida, curiosamente las casas de encuestas apuestan a la permanencia.

Lo cierto es que las consecuencias para ambos lados pueden ser perjudiciales.

En el mejor de los escenarios, los británicos tendrían que hacer un ajuste que fuentes del gobierno conservador estiman en unos 40.000 mil millones de euros. Parte de los beneficios sociales que actualmente tienen los ciudadanos fuera de sus fronteras podrían terminar de manera inmediata. Las bolsas estos días están sufriendo por la falta de información veraz sobre lo que puede ocurrir y por supuesto ya tienen claro el descalabro que una salida pudiera traer.

Los lideres de los países occidentales y con el apoyo político del Presidente Obama están trabajando para que los partidarios de la permanencia ganen el referéndum. Piensan y no les falta razón, que el mundo necesita una Europa fuerte, unida y con fuerza suficiente para hacer oír su voz en los escenarios políticos globales, donde los norteamericanos se sienten un poco abandonados e incomprendidos.

Esperemos que el sentido común que tanto caracteriza al pueblo británico se imponga y decidan mantenerse en Europa. Que la diferencias en los partidos como la que lidera el ex alcalde de Londres Boris Johnson , se superen y que los personalismos no impongan posturas que luego sean irreversibles. La entrada del Reino Unido en este limbo, no beneficiaria a nadie y menos a los intereses de sus ciudadanos.