La película protagonizada por Edgar Ramírez como Simón Bolívar en el Siglo XIX. El venezolano se enfrenta al imperio español con el fin de lograr la independencia de América Latina.
Su lucha por la libertad lo llevó a recorrer más de 112 mil kilómetros a caballo, encabezando campañas que cubrieron el doble del territorio de Alejandro Magno con un ejército que jamás fue conquistado. Este sábado 30 de abril History presenta el especial en estreno El Libertador con la historia de Simón Bolívar, un venezolano que llegó a convertirse en uno de los líderes clave en la lucha por la independencia colonial en América Latina y cuya figura, hasta el día de hoy, sigue inspirando a gobernantes, a dirigentes políticos y sociales en toda la región.
Protagonizada por Edgar Ramírez, El Libertador muestra la historia de la lucha de Simón Bolívar y como éste se convirtió en un líder revolucionario apasionado por lograr la independencia de España y por la creación de una nación formada por una América del Sur unida. Con grandes historias de amor y pérdidas en su vida, intrigas políticas y el drama después de su ascensión al poder, que incluso incluye un intento fallido por acabar con su vida, hasta su misteriosa muerte, podrán ser vistas en este especial de dos horas realizado por el cineasta Alberto Arvelo y producida por Winfried Hammacher.
Centrado especialmente en el período entre 1800 y 1830, esta película de Arvelo muestra el improbable y tortuoso ascenso al poder de Bolívar, sus victorias militares sin precedentes y el establecimiento de la primera unión de los nuevos países independientes, la Gran Colombia, la cual presidió por 10 años.
A pesar de que Bolívar es uno de los líderes latinoamericanos más importantes e influyentes en la región hasta el día de hoy, fuera de América Latina su historia es muy poco conocida más allá del ámbito académico en Estados Unidos, Europa y el mundo entero. Ésta fue una de las principales motivaciones que tuvo Alberto Arvelo para embarcase en este proyecto y realizar una película con la intención de llevar la historia de Bolívar a una audiencia internacional más amplia.
“Bolívar es una figura importante no sólo históricamente, sino que también en los términos en cómo su historia aún se nos transmite”, dice el cineasta venezolano Alberto Arvelo. “Este proyecto nos ha tomado muchos años e intentos para poder realizarlo”, comenta sobre el difícil camino que ha tenido Libertador para llevarlo a la pantalla. “Pero sabíamos que era una historia que necesitaba ser contada”.
Para un actor Latino Americano, la oportunidad de interpretar a Simón Bolívar representa una rara oportunidad y un desafío formidable. Como la figura histórica que liberó el norte de Sudamérica de la corona española, Bolívar es ampliamente admirado en la región. Personifica tanto la lucha contra la injusticia de la dominación colonial (como se podría argumentar), así como también la visión no cumplida de unificación solidaria entre las naciones liberadas. Sin embargo, para un actor interpretar el papel de Bolívar debe ser más que una figura histórica o la personificación de un ideal político. Sino que más bien debe capturar la esencia del hombre mismo.
“La primera cosa que traté de hacer fue olvidar el peso histórico de este personaje, o al menos no dejar que interfiera con mi interpretación”, dice Edgar Ramírez quien interpreta a Bolívar. “Sabíamos que no estábamos detrás de la imagen del Bolívar de las pinturas… que lo que intentábamos no era idealizar a la persona, sino que contar la historia del hombre, el hombre que existe detrás de la figura legendaria”.
Bajo la Dirección de Alberto Arvelo, esta extraordinaria producción recrea en forma magistral los escenarios del siglo XIX tanto en España como en Venezuela. El Libertador es una de las mayores producciones de cine independiente realizadas en América del Sur. La fotografía principal comenzó el 28 de marzo de 2012 y continuó hasta junio de ese año. En total fueron 69 días de rodaje filmado en dos continentes, utilizando más de 100 sets diferentes, 6.000 trajes en vestuario y más de 10.000 extras.
“Obviamente que es más fácil hacer una película de esta escala para un estudio”, dice el productor Winfried Hammacher. “Sin embargo, los estudios tienen un gran inconveniente – es que ante todo son un negocio e invariablemente tienes que comprometer tu creatividad en la medida que ellos buscan llegar a un mercado en particular. La gran ventaja que teníamos era hacer una película que estaba libre de ese tipo de limitaciones. Sabíamos que éramos capaces de hacer la película que queríamos hacer”.