La firma del cese del fuego, las hostilidades y la dejación de armas por parte del Gobierno y las FARC es el paso más importante en el proceso de paz, además marca un punto de no retorno en los diálogos.
En estos términos se refiere al histórico hecho el profesor Alejo Vargas, director de Investigación y Extensión de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales y coordinador del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), al analizar sus implicaciones y lo que continúa para Colombia.
De acuerdo con el profesor Vargas, la dejación definitiva de armas y el cese bilateral del fuego es de vital importancia para las negociaciones, puesto que marca un punto en el que ya no hay marcha atrás. “Las negociaciones son irreversibles y que lo que resta se reduce a la implementación de los acuerdos firmados”, aseguró.
“Este acuerdo pone de manifiesto cinco aspectos del punto tres de las negociaciones: cese del fuego y hostilidades bilateral y definitivo, dejación de armas, lucha contra formas de paramilitarismo y figuras de crimen organizado y garantías de seguridad. Si bien no es el acuerdo final, ya estamos en el punto de no retorno y eso es lo que hace importante este hecho hoy en La Habana”, añadió.
Sin embargo, es importante precisar que, si bien es un gran paso para la terminación del conflicto, no es el acuerdo final. Según el académico, todavía faltan algunos puntos por revisar, proceso que podrá tardar unas cuantas semanas más. Se discutirá, por ejemplo, la reincorporación de los miembros de las FARC a la vida civil, su participación política, social y económica, las reformas institucionales, el destino de los guerrilleros presos y, por supuesto, el plebiscito por la paz.
En ese sentido, el académico explica: “a finales de este mes, la Corte Constitucional dará vía libre al plebiscito para que el presidente Santos proceda a convocarlo, eso estaría listo para octubre. Entre tanto, se podrá avanzar en los aspectos acordados en las conversaciones y empezar el montaje de la infraestructura y logística para la ubicación de los miembros de las FARC”.
Por otra parte, el experto analizó la posibilidad de que se presente una violación al pacto de cese del fuego. “En este caso no pasaría nada, porque se parte de la premisa ‘nada está acordado hasta que todo esté acordado’, es decir que estos son acuerdos preliminares, incluso se han presentado incidentes desde que se pactó el cese unilateral, sin embargo, no afecta lo alcanzado hoy ni lo que va a seguir pasando”, subrayó.
Aporte académico
Las universidades han asumido, a lo largo de las negociaciones, un papel protagónico para la implementación de la paz en Colombia y su aporte es significativo al aplicar los acuerdos en ciudades y regiones del país.
Al respecto, se están realizando talleres en las sedes de la U.N. de Tumaco y Arauca, con el objetivo de estudiar la implementación de los acuerdos y hacer reflexiones con los líderes de estas zonas sobre la terminación del conflicto y sus implicaciones en las regiones.
Por otra parte, los académicos han convocado a los miembros de las FARC para mostrar su voluntad y acercarse a los procesos educativos, también, les han brindado todas las alternativas para reincorporarse a la sociedad civil. “Además, hemos apoyado el proceso de desminado para contribuir a que se minimice el impacto por las pérdidas de vidas”, agregó.
Finalmente, el aporte más importante de la academia y la sociedad en general es pasar de la cultura de odio a la paz y la reconciliación. “Los colombianos dieron el paso la primera vez votando por el presidente Santos y confiando en el proceso de paz, ahora las fuerzas del Gobierno son mayoritarias y los opositores hacen mucha bulla, pero solo son el 20 % en el Senado, para el caso del Centro Democrático, entonces creo que para el plebiscito se podrá contar hasta con un 70 % de votos por el Sí”, concluyó el profesor Vargas.