El Tribunal Superior de Mombasa, en la costa de Kenia, ratificó como constitucional la práctica de reconocimientos médicos anales para determinar si una persona es homosexual, tipificada como delito en este país.
La ratificación se realizó después de que dos hombres que fueron sometidos a estos exámenes, interpusieran una demanda de inconstitucionalidad contra la práctica de reconocimientos médicos anales.
Durante estas pruebas, personal médico inserta sus dedos en el ano del acusado o pide a los hombres que se desnuden y se inclinen o tumben en sillones para examinar visualmente su región anal con el fin de determinar el tono muscular, el esfínter o la anchura del ano para saber si han mantenido relaciones homosexuales.
No obstante, el magistrado en una resolución difundida por medios locales afirmó que los dos demandantes se sometieron de forma voluntaria a ese examen, lo que legalmente invalida su pretensión.
“Los registros indican que los demandantes no objetaron ni protestaron por el test. Parece claro que consintieron de forma voluntaria la prueba médica (…) El examen médico de los demandantes y la toma de muestras se hizo de acuerdo con la ley. No encuentro ninguna violación de los derechos de los demandantes”, precisó.
Vale la pena recordar que en Kenia, los “delitos” homosexuales se castigan con hasta catorce años de prisión y que el uso de exámenes anales médicos se practica al menos en ocho países: Camerún, Egipto, Kenia, Líbano, Túnez, Turkmenistán, Uganda, y Zambia, según Human Rights Watch. Además de no tener “ningún valor médico”, la ONU considera inhumanas, crueles y degradantes estas prácticas, que también están prohibidas por tratados internacionales contra la tortura y los derechos civiles.