Noticias,Confidencial,Colombia,Bogota,Cali,Medellin,Cambiaría el uso del suelo en Bogotá

En Bogotá, debido a la implementación de la primera línea del metro, la zona del Portal de las Américas tendrá un impacto en diversificación y densificación del uso del suelo, es decir, que serán aumentadas las construcciones, el comercio y las ofertas de servicios.

Lisa Losada, ingeniera civil de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), contrastó cuatro ciudades similares a la capital en las cuales se ha implementado el metro, para facilitar el análisis de cómo cambiaría el uso del suelo en Bogotá.

La investigadora revisó ciudades de Estados Unidos, descartando las más grandes en términos de población, número de estaciones, prolongación de la línea en kilómetros, entre otros aspectos.

Al final, decidió realizar el estudio con Boston, Washington, Atlanta e incluyó la ciudad de Medellín, puesto que es la única en Colombia que cuenta con este medio de transporte.

Estas son las características que se tuvieron en cuenta para realizar el estudio: el año en que fue fundada la ciudad, el tamaño, la densidad poblacional, la población en el casco urbano, el sistema de transporte masivo que presenta, el año de inicio de la operación, la longitud del sistema metro, el número de estaciones y el número de pasajeros diarios.

También se tuvo en cuenta la población y el uso del suelo antes y después de la implementación de la línea del metro en estas ciudades.

Según la investigadora, analizó alrededor de la línea de metro 500 metros para distancias que podían caminarse y 1.000 metros para sistemas no motorizados como bicicleta.

Al mismo tiempo, Losada realizó un análisis de las políticas de transporte que se instauraron en cada ciudad escogida, incluyendo el plan de movilidad de la capital, que es la carta de navegación para los próximos 20 años. Basado en lo anterior, el estudio arrojo el resultado de que, la primera línea del metro de Bogotá, tendrá que atender 90.000 pasajeros para el 2021 y contaría con 27 estaciones a lo largo de sus 27 kilómetros.

Uno de los objetivos principales por los que se realizó el análisis, era encontrar en que aspectos se diversificaría el uso del suelo, es decir, si aumentaban las zonas de comercio, residencia, servicios e industria, e identificar si incrementarían las construcciones e inversiones alrededor de las líneas de metro, llegando a la conclusión de que la zona del Portal de las Américas tendrá un impacto en la diversificación y densificación del uso del suelo, puesto que allí, según el trazado del proyecto, se construirá una estación de trenes antes de que lleguen a los patios.

Lisa Losada también resalta que todos los efectos sobre las ciudades donde se ha implementado este sistema son positivos, puesto que las políticas están enfocadas en brindar más atención y seguridad a las zonas donde se encuentran las estaciones, brindando mayor número de oportunidades y accesibilidad.

Por último, encontró que, a diferencia de las otras ciudades, el Plan de Movilidad actual de Bogotá no incluye políticas precisas para apoyar de manera paralela el servicio de metro. Por ejemplo, la ciudad de Boston, cuenta con bicicletas públicas en diferentes puntos de la ciudad para que las personas se puedan desplazar hasta las estaciones, como ejemplo más cercano está Medellín, pues su metro es considerado eje principal de movilidad y todos los demás servicios de transporte están enfocados en nutrir sus líneas.

La investigadora señala que las ciudades estudiadas cuentan con todo el apoyo y la logística en torno al sistema metro, por ello tienen una mejor movilidad. “Si este tipo de acciones no se prevén y se piensa de forma asilada seguramente no funcionará de la forma que queremos”.