Si bien los analistas dicen que el dinero de las campañas no es lo único que determina una victoria, no tenerlo sí puede determinar una derrota.
En este caso, ninguno de los candidatos para la presidencia de Estados Unidos está sufriendo por este aspecto y la campaña ya superó el monto acumulado en las elecciones de 2008. Pero, ¿de dónde viene la lluvia de dinero?
En la cifras reveladas por la Comisión Federal Electoral de Estados Unidos, ambas campañas habían recaudado hasta el primer día de septiembre, US$706 millones entre las dos. Si a esto se suman las contribuciones hechas a través de los Comités de Acción Política (Súper PAC, por su nombre en inglés) y el dinero recaudado por los partidos políticos de cada uno, la cifra aumenta a US$1.323 millones.
Si de dinero se tratara, en este momento, el presidente Barack Obama sería el ganador, al haber recaudado US$60 millones más que su contrincante. Sin embargo, el partido republicano y las donaciones individuales, emparejan a Mitt Romney.
“Quien recauda más es el que va ganando. Eso, al lado de las encuestas, es una forma de medir el éxito de una campaña política. Al principio era Romney el que iba ganando. Pero ahora es al revés”, dijo Mario Forero, profesor de teoría política de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Por el lado del actual presidente, hasta septiembre se habían recaudado US$690 millones, de los cuales se han gastado US$615 millones. De seguir así, el candidato podría superar la cifra de la elección pasada, en la cual logró recoger US$745 millones, una de las más altas de la historia.
El republicano por su parte, tiene a su disposición US$261 millones recaudados por su equipo de campaña, más US$275 millones logrados por el partido y US$97 donados en el SuperPAC para un total de US$633 millones.
“El dinero influye en la viabilidad de cada una de las campañas, pero en la elección no es tan determinante. Importan más las propuestas en temas como el desempleo, la seguridad social, etc. El dinero es necesario pero no es suficiente o determinante de la victoria”, dijo a su vez Mauricio Jaramillo Jassir, profesor de relaciones internacionales de la Universidad del Rosario.
Para el analista, el monto acumulado las campañas dice menos que el tipo de personas o sectores que han hecho sus donaciones.
Las mayores contribuciones a la campaña de Obama provienen de universidades o empresas en el sector de tecnología. Si bien no se puede hablar de donaciones de estas compañías, sus empleados han canalizado sus fondos a través de ellas. Para el presidente, fueron la Universidad de California, Google, Microsoft y Harvard. Para Romney, la lista incluye a Goldman Sachs, Bank of America, JPMorgan, y Morgan Stanley.
En cuanto a las donaciones individuales, para el candidato demócrata, las mayores donaciones vinieron de Jeffrey Katzenberg, presidente de Dreamworks Animations, Irwin Jacobs, fundador de la tecnológica Qualcomm y una lista de actores y directores de cine que incluye a Steven Spielperg, Sarah Jessica Parker y la editora de Vogue, Ana Wintour.
El republicano tiene el apoyo de Sheldon Adelson, el hombre más rico de Las Vegas, el legendario inversionista John Paulson y uno de los mayores constructores de Texas, Bob Perry, quien donó nada menos que US$8 millones a su campaña.