En el día mundial de la salud visual los organismos médicos se han encargado de incentivar el cuidado de los ojos como cualquier otro órgano importante del cuerpo. Prevenir la ceguera es cuestión atención especializada a tiempo.
Cuidar la salud visual se ha convertido un problema en las nuevas generaciones debido al continuo contacto con aparatos tecnológicos. El uso de celulares por largas horas, ver televisión y estar sentados frente a un computador todo un día, son las prácticas más comunes que generan molestias en los ojos.
De toda la información que recibimos cada día, el 80 por ciento llega a través de los ojos, sin embargo, parece que esa no es una razón suficiente para protegerlos.
Dentro de las mínimas medidas que los seres humanos podrían tomar para cuidar su salud visual, la más común es la visita al optómetra, este se encargará de realizar un diagnóstico primario sobre la salud de los ojos y tomar acciones preventivas. Así mismo una cita con el oftalmólogo brinda un resultado más profesional y profundo sobre cualquier enfermedad de la visión.
De igual manera, cada persona podría determinar si sus globos oculares están siendo víctimas de alguna afección por síntomas tan comunes como la piquiña e irritación constante.
Según estudios, el 80 por ciento de las discapacidades visuales que se presentan, se podrían evitar con atención médica a tiempo. Algunas investigaciones plantean que sólo el 20 o 30 por ciento de las personas que padecen de diabetes acuden a revisiones visuales continuas.
285 millones de personas padecen discapacidad visual por diversas causas a nivel mundial, 39 millones de ellas están ciegas. 121 millones de personas padecen de discapacidades en su vista debido a errores de refracción (miopía, hipermetropía o astigmatismo) no corregidos. La visión de casi todo este porcentaje de personas se podría corregir con el uso de gafas formuladas, lentes de contacto o cirugía refractiva.
Cerca de 1.4 millones de niños menores de 15 años padecen ceguera. Sin embargo, la mitad de los casos de ceguera infantil puede ser evitada con un tratamiento oportuno y con la corrección de anormalidades al nacimiento como las cataratas y el glaucoma.