El exciclista alemán Grischa Niermann ha confesado haber utilizado EPO entre los años 2000 y 2003, cuando competía con el equipo holandés Rabobank, y ha prometido plena cooperación con las autoridades, según anunció hoy en un comunicado la Federación Holandesa de Ciclismo (KNWU).
Niermann se une así a Thomas Dekker, otro ex corredor de la desaparecida escuadra holandesa sancionado por dopaje que ha anunciado en los últimos días su intención de facilitar toda la información de la que dispone a los investigadores.
Como consecuencia de su confesión, Niermann (ya retirado) recibirá una sanción de seis meses por parte de la federación holandesa, de la que actualmente es empleado.
“Voy a confiar todas las informaciones necesarias a las autoridades antidopaje”, señaló el exciclista en el comunicado difundido por la KNWU.
Niermann, que asegura que abandonó el uso de sustancias prohibidas en 2003, indicó que espera que su “experiencia negativa sirva de aprendizaje para la generación más joven”.
Según de declaraciones de Dekker, el dopaje era una práctica habitual en el Rabobank y en todo el pelotón internacional. “Nadie se oponía, el dopaje era una forma de vida para muchos de mis compañeros de equipo y colegas y para mí también. El dopaje era parte del oficio”, dijo el ciclista en una entrevista tras la confesión del estadounidense Lance Armstrong.
El caso del que fuera siete veces ganador del Tour ha provocado una cascada de reacciones en Holanda, donde ya en 2012 el banco Rabobank -que patrocinó durante años al principal equipo del país- decidió abandonar el mundo del ciclismo por los continuos escándalos.
El anuncio de Niermann coincide hoy con la apertura en Madrid del juicio por la Operación Puerto, la trama de dopaje supuestamente encabezada por el médico Eufemiano Fuentes desmantelada en España.