El director de la red de programas de desarrollo y paz, Red Prodepaz, Gonzalo Murillo, reflexiona sobre lo que debe ser necesario para construir la paz territorial en Colombia. Opinión.
Los pactos y acuerdos constituyen una vía edificante para generar una vida digna donde todos podamos participar de la construcción de la paz en nuestras regiones, proyectarla al futuro y darle un sentido a la reconciliación entre los diferentes actores.
Un claro ejemplo es el Pacto Nacional por la Paz, iniciativa que tiene como propósito reconocer las diferentes visiones, expectativas y sueños de los actores territoriales, en aras de encontrar consensos y también los puntos donde tenemos disensos.
Esto es importante en el contexto que estamos viviendo de avance de un proceso de salida negociada al conflicto armado. Muchos de los acuerdos que se construyan, seguramente tendrán implicaciones en los territorios, y sólo en la medida en que confluyamos frente a cuál es el horizonte de futuro que queremos los diferentes actores en el territorio, es que vamos a tener un diálogo mucho más fructífero, de cara a la implementación territorial que potencialmente tendrán los acuerdos entre el Gobierno Nacional y las FARC – EP.
Nuestra invitación sigue siendo a la respuesta colectiva de cuestionamientos clave: ¿De qué manera vamos a construir la paz en nuestros territorios?, ¿Cómo vamos a participar los diferentes actores?, ¿Cómo se van a implementar los acuerdos, en el caso en que esos tengan relación directa con nuestro territorio?
En esa medida, debemos ir avanzando en pactar las agendas con diálogos entre diversos y que la paz sea nuestro camino y avanzar por él nuestra opción más legítima.