El ejército de empleados que mantiene impecable el palacio de Buckingham puede presumir de tener ya todo preparado para el día en que el mundo entero dé la bienvenida al primer nieto del príncipe Carlos de Inglaterra.
Mientras que el bebé del príncipe Guillermo y Catalina de Cambridge se hace esperar, el equipo de empleados del palacio de Buckingham ya está preparado para actuar con inmediatez para cuando nazca el nuevo miembro de la casa real.
“[Los empleados del palacio] llevan en alerta durante todo el mes de julio ante la posibilidad de que el parto se produzca en cualquier momento, y están preparados tanto de día como de noche para la explosión de júbilo que se producirá con su nacimiento. Ya no queda nada más por planificar en el palacio de Buckingham. Todo está listo para cuando se produzca el feliz acontecimiento y los ojos de todo el mundo nos miren con atención”, explicó a la revista Us Weekly una fuente cercana a la administración de la residencia oficial de Isabel II.
Luego de darse por confirmado el estado de alerta del nacimiento del nuevo miembro de la casa real, el equipo de la casa real comenzó a elaborar una detallada estrategia para asegurarse de que todo estuviera bajo control desde el momento en que la duquesa tuviera su primera contracción.
Mantener el secreto de las comunicaciones entre el palacio y la clínica ha cobrado gran relevancia. De hecho, ya se ha dispuesto una línea telefónica codificada entre el secretario personal de la duquesa, Jamie Lowther-Pinkerton, y el médico que lidera todos los preparativos del primer parto de Catalina, Marcus Setchell.
“[El teléfono] tiene una señal encriptada e imposible de rastrear. No hay posibilidad ninguna de que alguien pueda interceptarla y dañar la confidencialidad de las comunicaciones entre el hospital y el palacio”, añadió el mismo informante.
Se ha podido conocer que la duquesa entrará por una puerta lateral del hospital para sortear a los numerosos medios de comunicación que ya están congregados en la zona. Una vez dentro del edificio, se trasladará a la futura madre a la cuarta planta del ala del centro médico St. Mary de Paddington, donde tiene ya preparada una lujosa habitación que fue limpiada a conciencia, y que ahora permanece completamente sellada y vigilada las 24 horas del día por un sofisticado dispositivo de seguridad.
A diferencia de la minuciosidad con la que la casa real británica controla cada uno de los aspectos relativos a la llegada del bebé, aquellos que la conocen bien aseguran que Catalina está decidida a ser una madre omnipresente e implicada al máximo en todas las tareas que demandará su futuro hijo.
“No creo que Catalina vaya a depender demasiado del servicio de palacio en sus labores cotidianas como madre, ya que siempre ha sido una chica sencilla y modesta que le gusta encargarse personalmente de sus asuntos. Va a ser una madre muy cercana y cariñosa, pendiente en todo momento de su pequeño y cuidando de él con la misma entrega con la que antes lo hizo su madre con ella. El niño va a ser muy afortunado porque va a heredar lo mejor de sus dos padres: las oportunidades que le dará el hecho de ser parte de la familia real y la gran educación que estos recibieron de Carole [Middleton, madre de Catalina] y de nuestra querida princesa Diana”, reveló Martin Fidler -amigo de la familia Middleton y carnicero de su localidad natal – al portal E! News.