Después de que hace tres años, la fuerte temporada invernal y un fenómeno geológico borraran del mapa a Gramalote, municipio nortesantandereano, 900 familias de ese municipio aún no tienen una solución a su situación.
Como abandono, califican los voceros de los gramaloteros, que señalan la negligencia del Fondo de Adaptación, entidad encargada de la reconstrucción del pueblo. El Fondo se defiende diciendo que varios estudios geológicos y los avaluos, demorados por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, son los que han demorado la labor. El Fondo espera que para 2015 ya exista un asentamiento definitivo para quienes tuvieron que abandonar Gramalote hace tres años.
Por el momento, los miembros de las 900 familias damnificadas seguirán en esa especie de limbo al que los ha arrastrado la burocracia y la falta de ejecución gubernamentales.