Como un regalo para los ciudadanos, hoy se abren de nuevo las puertas del Planetario de Bogotá. Con una generosa inversión económica y más de dos años en reformas, los capitalinos podrán de nuevo dejarse maravillar por los secretos del Universo.
“El estudio del universo es un viaje para auto descubrirnos”, decía el popular astrónomo estadounidense Carl Sagan en su programa, “Cosmos: un viaje personal”. Y en efecto lo es, porque a pesar de los cambios de civilizaciones y de culturas, la humanidad siempre ha estado interesada en la cosmología y ha constituido un pilar en los avances del conocimiento y el entendimiento de nuestra naturaleza.
En Bogotá, esta curiosidad por el Universo tiene materializado su espacio en el Planetario Distrital desde hace más de cuatro décadas, tiempo suficiente para considerar un cambio en su imagen, en sus servicios, pero también un momento merecido para admirar uno de los patrimonios más preciados por los habitantes de esta gran ciudad.
Viviendo la carrera espacial desde el Altiplano
La concepción del Planetario de Bogotá se dio gracias al interés del alcalde de la ciudad de aquel entonces, Virgilio Barco Vargas, quien por su afanado propósito de mantener esta ciudad dentro de la vanguardia mundial, entendió que la carrera espacial entre EE.UU y la Unión Soviética generaba un gran avance en términos de exploración del espacio exterior, por lo que quiso que los colombianos tuvieran un espacio para educarse sobre estos temas que devoraban el interés del planeta entero.
En 1968, se protocolizó un préstamo otorgado por el Banco Cafetero para la construcción del edificio, y se formalizó un convenio con la Federación de Cafeteros de Colombia para la adquisición de los equipos. Según los mitos que circulan entre los colaboradores más antiguos, el mismísimo proyector fue un intercambio generoso por una buena cantidad de bultos de café que la Federación donó.
Una vez solucionados los trámites legales, la firma de arquitectos e ingenieros Pizano, Pradilla, Caro y Restrepo realizó el diseño y la construcción del bello edificio espiralado que tardó 18 meses en materializarse.
El arquitecto Andrés Posada, directivo de esta compañía-, afirmó que, “de los socios originales en aquella época, hoy no sobrevive ninguno”, pero recuerda que estos pioneros conmemoraban el proyecto con gran orgullo.
Además del Planetario de Bogotá, esta empresa de diseño y construcción consolidada desde hace más de 60 años, ha participado con proyectos de común importancia para los habitantes, como los centros comerciales Unicentro y Atlantis Plaza, el edificio Colpatria y el Teatro Colsubsidio. Para el arquitecto Posada, “es una gran pena que no nos hayan invitado a participar en la remodelación del Planetario después de haberlo concebido desde su origen”, y agregó, “tampoco nos invitaron a la reapertura”.
El diseño del planetario cuarentón, fue desarrollado teniendo en cuenta el impacto que generaría sobre el Parque la Independencia, “y por ello debía ser amable y orgánico”, manifiesta Posada. Además, -la cúpula es un elemento redondo y con está geometría se inspiraron en el diseño en espiral, da la sensación de una galaxia; este diseño tiene una gran definición y recordación entre los bogotanos”.
Durante el tiempo de construcción, se realizó la importación de los equipos comprados a la casa Veb Carl Zeiss de Jena, Alemania Oriental, y se inició su meticulosa instalación por técnicos especializados en esa tecnología tan moderna para la época.
Finalmente, el planetario abrió sus puertas el 22 de diciembre de 1969, en un acto de gran júbilo para los ciudadanos, por la reciente conquista de la luna en el famoso Apollo 11 donde viajaba Neil Armstrong, el primer hombre en pisar el satélite lunar. De hecho, el presidente Richard Nixon, le ofreció al entonces presidente Carlos Lleras Restrepo, fragmentos de rocas lunares y una bandera de Colombia que junto con las banderas de los países amigos de EE.UU, viajó hasta la luna en un acto simbólico de apoyo entre naciones. La prueba de estos regalos están exhibidas también en el planetario.
El Planetario hoy, un observatorio incluyente
En diálogo con Confidencial Colombia pocas horas antes de su salida de la ciudad, la secretaria de Cultura de Bogotá, Clarisa Ruiz, comentó sus impresiones y los cambios realizados al edificio. “Desde la Administración de Bogotá estamos muy contentos por la renovación de este gran proyecto para la ciudad, después de 43 años de existencia”, mencionó.
Ruiz destaca los cambios de infraestructura realizados para facilitar el acceso a personas en situación de discapacidad, además “el planetario contará con la terraza abierta para la realización de observaciones astronómicas, tanto de día como de noche, que serán dirigidas por nuestro director científico, Germán Puerta”.
El domo de 23 metros de diámetro, -uno de los más grandes de Sur América-, fue remodelado también para darle la bienvenida a dos proyectores digitales que, con su moderna tecnología, nos volverán a posicionar dentro de los planetarios más modernos del mundo.
Con su restauración, el planetario que se entrega a los bogotanos cuenta con una moderna sala de astronomía, con un área de 640 metros cuadrados y 36 experiencias educativas –el 70% de ellas interactivas-, y en la cual se involucró el ingenio colombiano a través del Parque Explora de Medellín.
Cuenta también con una sala infantil para la primera infancia, para el acercamiento a la ciencia y a las estrellas; la astroteca, que será una biblioteca con temas de tecnología y que será escenario de tertulias, lanzamientos de libros y charlas científicas.
“No sólo es una reforma estructural, también hay una concepción nueva en los servicios que se prestarán”, menciona la secretaria Ruiz. Efectivamente, se diseñaron nuevas actividades, como talleres de astronomía itinerantes, la vinculación de científicos colombianos y extranjeros y una asociación con el sector de la educación. “De esta manera, proyectamos un promedio de 400 mil visitantes al año, que es una cifra interesante para el desarrollo del Centro Internacional de Bogotá, para ir formando un espacio que se asocie con cultura, tecnología y educación”, comentó la Secretaria de Cultura.
El cosmos y el pan
El diseño, la ubicación y lo amigable de su entorno permitió que el planetario fuera el escenario prestado de otras instituciones, que con el tiempo empezaron a caminar solas y a tomarse sus propios espacios. Así fue como dentro de sus paredes curvas y sus ventanales generosos, se instalaron en su momento el Museo de Arte Moderno de Bogotá, la Cinemateca Distrital y la Galería Santa Fe, entre otros.
“Fue tal el arraigo y la importancia del Planetario para los bogotanos, que muchos artistas querían exponer allí, o solicitar las instalaciones prestadas para algún evento artístico”, menciona la Secretaria de Cultura, quien desde su faceta personal, recuerda con gran cariño y gratitud los momentos vividos allí: “En el recorrido de mi carrera profesional, trabajé como Directora de la Galería Santa Fé y todo lo que montábamos allí era un éxito”, y complementa entre risas, “alguna vez montamos una exposición sobre el pan y se nos ocurrió llevar un horno de pan y un panadero, las visitas eran tantas para comprar el pan, que la gente rebautizó el Planetario como “Panetario”.
¿Quién entregará el Planetario a la ciudad?
El Instituto Distrital de las Artes (IDARTES) y la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá son los líderes de este proyecto que para su reapertura, curiosamente no contará con la presencia de su cabeza, la secretaria Clarisa Ruiz.
En el sector cultura, el planetario fue una de las herencias complicadas que dejó la administración de Samuel Moreno y su secretaria de cultura Catalina Ramírez.
Problemas en la planeación y diseño de la obra (conocedores del tema hablan que comenzó al revés, primero instalaron la nueva pantalla, luego hicieron el reforzamiento estructural y finalmente la remodelación), la ejecución del contrato a través del fondo de desarrollo de proyectos de Cundinamarca -Fondecun- y la relación con Explora de Medellín.
La actual Secretaria de Cultura, Clarisa Ruiz, puso a un equipo de técnicos a enderezar la situación aunque a su vez continuo trabajando con casi todos los funcionarios que estructuraron el proyecto Planetario en la pasada administración. Según fuentes de Confidencial Colombia la presión al equipo era constante para terminar e inaugurar el Planetario y éstos tuvieron que sortear múltiples obstáculos jurídicos y administrativos, entre ellos el paso del equipamiento del Instituto de Patrimonio al IDARTES, y el cambio de la relación con Explora de Medellín quien paso de operador a simple aliado.
Por eso extraña que hoy cuando se inaugure tal vez el único equipamiento de importancia en el que podría cortar la cinta en el cuatrienio, Clarisa Ruiz, Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte, haya programado con suficiente antelación un viaje, que según explicó es de carácter familiar, a dos días de comenzar la semana santa y también se pierda la rendición de cuentas del próximo sábado 23 donde va estar toda la Administración en pleno ¿será que no quiere salir en la foto?
Sin importar esas desavenencias políticas, el edificio vecino de la Plaza de Toros La Santa María y las Torres del Parque, vuelve a abrir sus puertas para que los bogotanos retomen su identidad con el Universo y se dejen seducir por el encanto, la fuerza y el misterio de las estrellas, que en su momento dirigieron el rumbo del hombre.