Política de Paz

“La paz no es gratis”

Ernesto Samper, Ex Presidente de la República



“En la Habana se están repitiendo los errores del pasado”

Alfredo Rangel, Analista en temas de seguridad y conflicto



El proceso de paz ya ha cumplido una tarea muy importante que es la de cambiar la agenda política del país. Hace dos años estábamos discutiendo a ver qué paramilitar se metía a la cárcel, qué narcotraficante extraditaban y cuánto se había robado un alcalde o un gobernador, sin desconocer que son hechos importantes. Hoy día el país está preocupado por discutir la zona de reserva campesina, la política de restitución de tierras, cómo se puede incorporar el tema de victimas en las discusiones de la Habana.

El proceso ha cumplido ese primer objetivo, por supuesto me preocupa un poco la esquizofrenia que veo entre una gran mayoría que está apoyando el proceso de paz y una gran mayoría que no quiere que se haga ninguna concesión. La gente va a tener que entender que la paz no es gratis y que el establecimiento tendrá que hacer concesiones si quiere conseguir la paz.

Ahora, ¿hasta dónde llegan esas condiciones? El gobierno ya fijará los límites, pero tampoco pueden impedir que las Farc pidan lo que ellos creen que necesitarían, sin que ello necesariamente tenga que ser tan drástico.

Llevamos treinta años hablando de guerra y dándole partes militares de victorias o derrotas y ahí los medios de comunicación tienen un papel muy importante que jugar para sacar también a la opinión del esquema informativo, otra guerra de sacarlos de la guerra y meterlos en la paz.

No me atrevo a comprometerme con el Presidente Juan Manuel Santos, yo creo que si él quisiera que estos diálogos continuaran y que el proceso no tuviera alguna posibilidad, debería por supuesto, pensar en su reelección, pero tampoco hay que meterse en esto como si se tratara de un callejón sin salida. Puede haber muchas personas que con la misma necesidad se puedan sostener electoralmente.

“En la Habana se están repitiendo los errores del pasado”


Alfredo Rangel, Analista en temas de seguridad y conflicto



El balance es absoluta y rotundamente negativo. Los diálogos de paz de la Habana no tienen ninguna posibilidad de éxito, porque se está repitiendo los errores del pasado, que a otros procesos de paz también llevó al fracaso.

En primer lugar, dialogar en medio de las bombas del terrorismo y del asesinato de policías y soldados ha demostrado en el pasado que no propicia un ambiente positivo para unos acuerdos de paz. La opinión pública no puede tolerar ni entender, cómo es que se puede negociar al mismo tiempo que la guerrilla de las Farc sigue desarrollando acciones violentas contra el Estado y la sociedad civil. Dialogar en medio del conflicto es validar y legitimar el uso de la violencia, como una forma de obtener resultados políticos en la mesa de conversaciones y eso es inaceptable.

En segundo lugar, se está negociando la agenda nacional, lo cual también llevó al fracaso en ocasiones anteriores, con una guerrilla que no tiene ninguna legitimidad y representatividad social y política. Eso para el país es inaceptable. Los diálogos deberían limitarse única y exclusivamente a acordar las condiciones de desmovilización, reinserción y entrega de armas por parte de las Farc.

En tercer lugar, hay una perspectiva de impunidad en estos diálogos de paz que están garantizados por el Marco Jurídico para la Paz, que anticipadamente, hizo aprobar el Gobierno, tal vez para convencer a la guerrilla de sentarse a negociar. Una paz con impunidad es rotunda y totalmente rechazada por la inmensa mayoría de la población colombiana.

Por esas tres razones es que los diálogos de paz no tienen ninguna perspectiva. Adicionalmente, la guerrilla ha venido ampliando de manera ilimitada la agenda de conversaciones de tal manera que, no solamente pretende una paz con impunidad, si no también sin la entrega de armas, con control de territorio y con una Asamblea Constituyente manejada por la guerrilla, lo cual es inaceptable, para no hablar de otra enorme cantidad de exigencias que son alucinantes y que las rechaza el pueblo colombiano.

¿Qué va a pasar con el proceso de paz en el último año de mandato?

Es evidente que los diálogos de paz han venido perdiendo apoyo dentro de la opinión pública. La gente no cree que vaya a tener éxito, entonces con el rechazo de la opinión pública a unos diálogos con la impunidad, sin la entrega de armas y con la participación en política de los responsables de crímenes de guerra y de lesa humanidad, todo esto es rechazado por la opinión pública por lo que es imposible llegar a un acuerdo de paz.

Por eso creo que esos diálogos de paz se van a romper en cualquier momento y que el Gobierno valore que para efectos de la reelección, esos diálogos de paz son absolutamente contraproducentes.