Dejar el cuidado de la estética facial a la libre evolución del tiempo ya es cosa del pasado. Ponle tu mejor rostro al 2015 manteniéndote joven sin necesidad del bisturí.
Para el 2015 se impone la tendencia de conservar un aspecto joven y saludable por medio de la técnica de las cuatroR’s.
Según estudios realizados por la Academia Norteamericana de Cirugía Plástica y Estética (ASAPS),la aparición de los signos del envejecimiento es una de las preocupaciones que atormenta no sólo a las mujeres sino también a los hombres hoy en día. Sin embargo, gracias a los avances médicos, contamos con prácticas más sencillas y mínimamente invasivas en medicina estética, que nos permitirán rejuvenecer al ritmo del futuro pero con la edad del pasado.
Según la Dra. María Bernarda Vergara, especialista en Medicina Estética, “envejecer con dignidad no es dejarnos deteriorar ni dejar que nuestro cuerpo se dañe o altere. Envejecer con dignidad es aceptar que hay cambios en mi cuerpo, tomar las medidas necesarias para que esos cambios se den sanamente y cuidar nuestros hábitos para mantenernos”.
La invitación es a vivir la aventura de la naturalidad, cuidandola piel por medio de las cuatroR’s del rejuvenecimiento: Relajar los músculos, recuperar el volumen, redefinir los contornos faciales y revitalización de la piel.
1. Relajar los músculos: para relajar los músculos, el procedimiento más utilizado por hombres y mujeres en el mundo es la Toxina Botulínica Tipo A. Este método es el mejor aliado contra las arrugas dinámicas, aquellas que aparecen con los movimientos y expresiones en el rostro. El Médico Dermatólogo, Giovanni Bojanini, asegura que:“en los últimos 20 años el Botox® ha sido el invento más revelador en cosmética, pues al momento de relajar el músculo el mismo organismo deposita colágeno en la región donde hacía falta y, además, se logra un aspecto liso, brillante y natural en el rostro, sin cambiar la expresión”.
2. Recuperar el volumen: en la edad adulta se disminuye la producción de colágeno y elastina, ocasionando arrugas donde los músculos faciales se contraen. La carencia de volumen en el rostro es la causante de las arrugas estáticas, aquellas que son permanentes y que no dependen de los movimientos faciales para aparecer. Normalmente, los tratamientos estéticos más recomendados consisten en darle volumen a ciertas zonas del rostro con la ayuda del ácido hialurónico.
3. Redefinir los contornos faciales: debido a la pérdida de ácido hialurónico, sustancia natural producida por el organismo, se disminuye la función de retención de agua y aporte de volumen en el rostro, esto ocasiona también la pérdida de los contornos faciales. El Dr. Jaime Olivares, Cirujano-Dermatólogo especializado en Brasil y Francia, afirma que “el procedimiento cuida la perfecta redefinición de los contornos, alcanzándose un rostro más joven e uniforme. El tratamiento debe ser realizado cada año”.
4. Revitalización de la piel: con el paso de los años la piel pierde su textura, luminosidad, humedad e incluso su color puede variar. Esta pérdida se ve reflejada en la apariencia opaca, flácida y deslucida de la misma. El tratamiento de revitalización devuelve el aspecto de la piel, su luminosidad y elasticidad. Por medio de este procedimiento, la piel recibe hidratación profunda en el tejido interno debido a la capacidad que ésta tiene como vía de ingreso de un producto “vía intradérmica”. Para lo anterior se utiliza ácido hialurónico purificado.
Hombres y mujeres deben apuntarle a la belleza integral; esta consiste en encontrar el punto de equilibrio, la armonía entre lo físico, lo espiritual y lo mental. No es solamente lo que se ve externamente, también es lo que la persona es internamente, su esencia.
Un verdadero cambio de imagen no es sólo cuestión de belleza física o apariencia, sino un cambio de actitud que te permita verte y sentirte bien. Recuerda que al cuidar tu apariencia no solamente sentirás que aumenta tu belleza sino también tu seguridad, y esto se verá reflejado de forma positiva en tu trabajo, en tus relaciones con los demás, promoviendo bienestar físico y mental.