Entre comienzos del 2009 y junio de 2014 Colombia renovó 3.051 millones de árboles de café, lo que constituye una transformación productiva sin precedentes en un cultivo de tardío rendimiento.
Este esfuerzo hace parte de la estrategia de incrementar la productividad de las plantaciones colombianas, luchar contra el hongo de la roya y contar con una caficultura mejor preparada para la variabilidad climática que afecta actualmente a la agricultura en Colombia y el mundo.
De esta forma 575 mil hectáreas – el 60% del total del área sembrada en Colombia – han sido renovadas con nuevos árboles y mayor densidad de siembra lo que permitió elevar el nivel de tecnificación del parque cafetero.
Igualmente, del total de árboles renovados, el 74% corresponden a variedades resistentes a la roya, es decir, 2.262 millones de árboles. En el mismo periodo, la edad promedio de los cafetales se redujo de 12,4 a 7,3 años, lo que se traduce en un parque cafetero más joven y productivo.
Esta importante política de reconversión cafetera se adoptó e intensificó a raíz de los estragos de la Ola Invernal ocasionada por el fenómeno de La Niña que se registró entre 2009 y 2012, y que generó un aumento de más del 30% en los niveles afectación del hongo de la roya y una reducción significativa en la radiación solar, lo que redujo significativamente la productividad de las plantaciones y el volumen de producción en esos años. Durante ese periodo se adoptó e implementó el programa de renovación del parque cafetero con el propósito de reconvertir las hectáreas existentes mediante la siembra de nuevas variedades de café arábica resistentes desarrolladas por Cenicafé.
Los resultados de este esfuerzo de largo plazo han comenzado a dar frutos importantes en los pasados dos años, periodo a partir del cual muchas de las plantaciones jóvenes renovadas comenzaron sus ciclos productivos.
Hasta junio de 2014, la producción de los últimos 12 meses llegó a 11,5 millones de sacos, 27% más que en igual periodo de 2013, y la productividad media de los cafetales aumentó de 11,1 sacos de café verde por hectárea a 14,5 sacos, lo que significa un incremento del 31%, indicador que se espera continúe aumentando con la entrada en producción de plantaciones renovadas.
Igualmente, el aumento en la productividad cafetera ha sido posible gracias al trabajo de más de 1.500 extensionistas, de los Comités de Cafeteros, al trabajo científico de Cenicafé y a las alianzas publico-privadas que han sido lideradas por la Federación con diferentes instancias del gobierno, incluyendo las administraciones regionales y locales, así como con clientes, empresas del sector privado y organismos de cooperación internacional, quienes han contribuido con recursos y esfuerzos complementarios.
De esta forma, y gracias a esta continua inversión en productividad, la tendencia en la producción para el primer semestre de 2014 ha sobrepasado significativamente los índices registrados en años anteriores, con áreas productivas incluso inferiores.