De esta manera culminó el último día de rock al parque 2015, en donde los artistas llenaron de felicidad y buena música a todo el público en el Simón Bolívar. Este festival internacional celebrando sus 21 años fue ejemplo de cultura y paz.
Más de 350.000 personas asistieron a esta versión del Festival Rock al Parque
El rock es una institución en Bogotá, que evoluciona y cambia con la ciudad, que se mueve de generación en generación porque está vivo y que en esta edición No 21 mira de frente al siglo XXI; así lo deja claro una edición más de Rock al Parque, que cierra con un éxito rotundo tres días de música, de fiesta, de convivencia y de diversidad, en los que la cultura de paz fue la nota predominante.
La versión número veintiuno del festival de rock más emblemático del continente dejó en el aire las sonoridades, estéticas y propuestas musicales de 74 bandas nacionales, locales e internacionales que se subieron a los escenarios del Parque Metropolitano Simón Bolívar y al de la Media Torta, para ofrecerle toda la potencia de su talento a los miles de espectadores que demostraron una vez más, que la de los colombianos es una capital roquera.
Y es que el Rock al Parque que conocemos hoy es el resultado de una política consciente del poder transformador del arte y la cultura en las sociedades contemporáneas, como bien lo explicó el Alcalde Gustavo Petro en el 2014, durante la celebración de los veinte años del Festival.
Rock al Parque ha hecho y sigue haciendo posible que miles de jóvenes vivan la música y reflejen la otra cara de una ciudad que ha sabido construir colectivamente un bien público que hoy es reconocido nacional e internacionalmente porque, como lo explica Santiago Trujillo Escobar, director general del Instituto Distrital de las Artes, Idartes, “Rock al Parque es el espacio para ejercer la libertad creativa, para ser y dejar ser, para celebrar la vida y de paso darnos cuenta de que si juntamos las voluntades y la energía de nuestros cuerpos y conciencias podemos transformar este país en una sociedad más humana y justa”.
De acuerdo con Santiago, “Rock al Parque ha sido el lugar donde las expresiones más extremas y a veces conflictivas de la diversidad se han encontrado para convivir, respetarse y potenciarse. Desde el Idartes se valora y fomenta el debate, y la crítica será siempre bien recibida, porque es gracias a eso que cada vez se logra un mejor festival, un festival más variado, más plural y más representativo, un festival que mira de frente el siglo XXI”
El cierre de la tercera jornada de Rock al Parque estuvo en manos de tres bandas internacionales que debieron enfrentarse a un Simón Bolívar a reventar en sus tres escenarios, Café Tacvba, Ill Nino y Adrenaline Mob fueron la nota final de una serie de conciertos en los que miles de espectadores vivieron momentos memorables, llenos de emociones, euforias y grandes encuentros y en donde, una vez más, se levantaron las voces que exigieron cambios sociales y acciones de paz.
Fue así, por ejemplo, como los integrantes de Che Sudaka decidieron compartir escenario con David Jaramillo de Doctor Krápula, para cantar un bambuco roquero dedicado a los campesinos e indígenas que resisten la usurpación de sus tierras, rechazar las semillas transgénicas y reclamar la paz “¡de una vez por todas!”. Y fue así también que Jota, su vocalista, decidió lanzarse a los brazos del público, en un momento inolvidable que se suma a los muchos que permanecerán en la memoria colectiva de una Bogotá que renueva el rock año tras año.
Porque, como lo señala Bertha Quintero, Subdirectora de las Artes de Idartes y protagonista de su historia desde el inicio: “hoy el festival está a la altura de los grandes festivales del mundo”. De acuerdo con ella, una de sus principales características ha sido el comportamiento de respeto y convivencia del público que se ha apropiado de este espacio.
De eso, da fe el Subcomandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, el Coronel Aurelio Ordoñez quien destacó el comportamiento ejemplar de los bogotanos al dar un parte de completa tranquilidad durante los tres días del evento.
Pero además de ser ejemplar, Rock al Parque ha servido de plataforma a agrupaciones que hoy en día tienen una proyección nacional e internacional; desde el 2011 se han presentado en sus escenarios 134 bandas distritales, 75 nacionales y 169 internacionales.
Hay que destacar que en su versión 2015, el festival fue, además, un éxito de programación, con una paleta musical basada en la diversidad de géneros que obedeció a un proceso de curaduría impecable, liderado por Chucky García, quien de acuerdo con Santiago Trujillo, le sabe sentir el mapa sonoro a la ciudad.