Roma celebra los 25 años de "La chaqueta metálica" de Kubrick

El Festival de Cine de Roma celebra el 25 aniversario de “La chaqueta metálica”, obra maestra del cineasta Stanley Kubrick, con una exposición de fotografías inéditas realizadas por el actor y director Matthew Modine durante el rodaje de la película, en la que interpretó al soldado Joker.

La muestra, presentada hoy con el título “Full Metal Jacket Redux” y que contó con la presencia de su artífice, propone más de una decena de instantáneas captadas durante los dos años de realización del filme, que se han ubicado en el mismo auditorio donde se exhiben las películas en competición del certamen.

La excepcionalidad de estas imágenes recae en el hecho de que por primera y última vez en su vida, Stanley Kubrick permitió a un actor utilizar una cámara de fotos durante uno de sus rodajes.

En “La chaqueta metálica”, Modine, que a lo largo de su carrera se ha puesto bajo las órdenes de reconocidos directores como Oliver Stone y Robert Altman, da vida a un joven soldado que después de un traumático entrenamiento es enviado a combatir en la guerra de Vietnam, de la que Kubrick ofrece una imagen satírica y desconcertante.

En las instantáneas, Modine se autorretrata en diversas ocasiones vestido de soldado, capta al maestro Kubrick dando órdenes durante el rodaje e inmortaliza a sus colegas de reparto interpretando a los combatientes de la guerra de Vietnam.

Sin embargo, el intérprete de cintas como “Casada con todos” (1988) y “Memphis Belle” (1990), explicó que hay momentos privados del rodaje que ha preferido no compartir con el público, especialmente aquellos que le permitieron conocer quién era realmente Stanley Kubrick.

“Kubrick era una persona que adoraba a su familia, a su hijos, a sus animales. Le encantaba hacer películas. Muchas cosas de las que se han dicho de Stanley Kubrick no son del todo ciertas”, aseguró Modine del director de “La naranja mecánica” y “El resplandor”.

Asimismo, Modine, que en esta VII edición del festival romano preside el jurado que decidirá la mejor “Ópera prima y segunda”, reconoció que fue “duro” trabajar con Kubrick, ya que no era fácil alcanzar sus objetivos, pero de ahí, según consideró el actor, “deriva su éxito”.

Stanley Kubrick (Nueva York, 1928 – Harpenden, R.Unido, 1999) abordó en sólo trece largometrajes numerosos géneros con los que “creó escuela” y dejó su sello, como en el cine negro con “Atraco perfecto”; histórico, como “Espartaco”; de terror, como “El resplandor”; o el drama pasional con “Lolita”.

El director de cine retrató la paranoia de la guerra fría en “¿Teléfono rojo?”; anticipó la violencia punk en “La naranja mecánica”; dejó clara su postura antibelicista en filmes como “Senderos de gloria” o “La chaqueta metálica” y otorgó la mayoría de edad a la ciencia ficción con “2001: una odisea del espacio”.

Kubrick falleció sin ver estrenada su última película, “Eyes wide shut”, que se convirtió en el testamento cinematográfico del que muchos han considerado el último gran genio del mundo del cine.