La casa real británica recibirá a su futuro heredero en el mes de julio con el nacimiento del primer hijo de los duques de Cambridge, que será el tercero en la línea de sucesión al trono sea cual sea su sexo.
El Palacio de Saint James, en un escueto comunicado, informó hoy de que el bebé del príncipe Guillermo y Catalina nacerá dos años y tres meses después de su boda, seguida el 29 de julio de 2011 en todo el planeta ante el interés que suscita la familia real inglesa, conocida como “La Firma” por su gancho turístico y comercial.
“El duque y la duquesa de Cambridge están encantados de confirmar que esperan un bebé en julio”, indicó un portavoz palaciego, acallando los rumores que sugerían que Catalina, de 31 años, podría estar esperando gemelos.
El portavoz del Palacio de Saint James apuntó además que la duquesa de Cambridge “continúa recuperándose” de las fuertes náuseas padecidas en las primeras semanas de embarazo, las que dieron lugar a esas especulaciones.
El anuncio del embarazo de la duquesa de Cambridge se vio precipitado, el pasado 3 de diciembre, por sus problemas de salud, que la mantuvieron varios días hospitalizada en Londres y han recortado sus apariciones públicas, algo que se mantendrá hasta que dé a luz.
El que será primer nieto del príncipe Carlos de Inglaterra y el tercer bisnieto de la reina Isabel II está llamado a ocupar en su día el trono de Inglaterra, sea hombre o mujer.
La semana próxima se debatirá en la Cámara de los Comunes, por vía de urgencia, el cambio de la legislación que permitirá, una vez sea aprobado por los parlamentos de los 16 países que tienen a Isabel II como jefa de Estado, reformar la sucesión para que sea el primogénito quien herede la Corona británica.
Una ley vigente desde 1701 establece la primacía del varón en la sucesión, lo que no ha impedido que dos reinas, Victoria y la misma Isabel II, sean las más longevas en la historia de la monarquía británica.
Una vez nazca el que en este país es conocido como “Royal baby”, desplazará a su tío, el príncipe Enrique, como tercero en la línea de sucesión a la Corona británica, detrás de su abuelo, Carlos de Inglaterra, y su padre, el príncipe Guillermo, de 30 años.
Su nacimiento atraerá previsiblemente a Londres a multitud de turistas, por segundo verano consecutivo después de los Juegos Olímpicos de 2012, y recrudecerá el debate sobre si el príncipe Carlos, que este año cumple 65 años, llegará algún día a reinar.
Las encuestas señalan que el apuesto y tranquilo príncipe Guillermo, hijo de Carlos y de la fallecida Diana de Gales, se alterna en popularidad con su padre mientras su abuela, que a los 86 años disfruta de una salud de hierro, ha dejado claro en numerosas ocasiones que nunca abdicará.
Desde el precipitado anuncio de su embarazo, la duquesa de Cambridge apenas se ha dejado ver en público.
La última vez que lo hizo fue el viernes pasado junto a su esposo, cuando se presentó su primer retrato oficial en la National Portrait Gallery, que ella calificó de “sorprendente” pero suscitó un aluvión de críticas por la forma en que fue pintada, excesivamente natural para unos y hasta “sepulcral” para otros.
La estancia de la duquesa de Cambridge en el hospital King Edward VII de Londres, donde estuvo ingresada, se vio ensombrecida por el suicidio de una enfermera tras una broma radiofónica destinada a conocer el estado de salud de Catalina.
Con EFE