Únicas funciones martes 16, jueves 18 y sábado 20 de febrero de 2016, 8:00 p.m. Entradas desde $35.000
En 1891, Oscar Wilde publicó en París Salomé, una tragedia en la que el escritor inglés muestra una versión muy personal de la historia bíblica de Salomé. La obra fue publicada originalmente en francés y tres años después se publicó su traducción al inglés. Fue censurada por su alto contenido erótico y fue llevada a las tablas por primera vez en 1903, en Berlín, luego de ser prohibida en Viena.Richard Strauss asistió al estreno y quedó tan impactado con la historia que decidió crear una ópera basada en el libreto de Wilde. El resultado fue una obra dramática fascinante, en la que se conjugan una gran música, una gran historia y un texto sublime.
Esta versión cuenta con la dirección escénica de Joan Anton Rechi, uno de los más importantes directores de ópera de Europa. La obra de Strauss sigue de forma fiel la historia pero le imprime un “toque contemporáneo, moderno y radical”, según lo explica Rechi.
Herodes está casado con Herodías, quien a su vez es la madre de Salomé. El rey tiene preso a Juan el Bautista y Salomé se siente atraída por él, quien la rechaza. De otro lado, Herodes está enamorado de Salomé. Le pide que baile para él y promete recompensarla con lo que desee. Salomé le hace la danza de los siete velos y a cambio pide la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja. Ella le declara su amor a la cabeza y besa sus labios inertes. Herodes, disgustado y aterrorizado con la escena, manda a ejecutar a Salomé.
Mucha gente se pregunta por qué Salomé, de Strauss, despierta tal fascinación. Rechi sostiene que es una de las mejores conjunciones entre palabra y música. “Fue prohibida en numerosas ocasiones, fue incomprendida y aplaudida en otras, y hoy es adorada por la mayoría y es considerada una de las obras más importantes e influyentes en la historia de la música”, completa.
Salomé es una obra musical exquisita, exótica, llena de matices de color y momento álgidos que alcanza su momento de mayor esplendor en la danza de los siete velos, el instante del beso y en la ejecución de la propia protagonista. Con un inevitable sabor oriental, Strauss se sirvió del heckelphon, una especie de oboe bajo con un timbre que recuerda el del estridente oboe árabe. El encargado de interpretar este exótico instrumento en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo es el maestro Julián Ramos, integrante del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela quien trae este singular instrumento, inexistente en Colombia.