Durante el posconflicto, los municipios que han sido afectados por la violencia reducirían la mortalidad materna en un 58 % y la mortalidad infantil en un 24 %.
“Esta es una ventana de oportunidades y debemos reconocer la relación entre la salud y el conflicto, así como la importancia que tendrá en los siguientes años”, afirmó Mario Hernández, coordinador del Doctorado Interfacultades en Salud Pública de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), durante un debate sobre el papel de la salud en los acuerdos de paz.
A lo largo de la discusión se resaltó que la salud tendrá un papel importante como generador de confianza en las zonas más afectadas por el conflicto, debido a que este servicio es el sector del Estado con el que primero interactúan, tanto los combatientes como la población civil.
Luego de las visitas realizadas por las comisiones técnicas de la Presidencia a los municipios que tendrán zonas veredales de transición, se encontró que una de las demandas más frecuentes de las comunidades es la urgencia por tener servicios de salud.
Además, una encuesta realizada por el Centro Nacional de Consultoría, la cual indagaba sobre cuáles serían los beneficios más importantes que traerán los acuerdos de paz, demostró que para los colombianos el aumento del presupuesto para la educación y la salud será más relevante que la reducción de la violencia.
Por su parte, Carlos Felipe Sánchez, representante del Ministerio de Salud y Protección Social, recordó que la confrontación armada ha dejado consecuencias directas tales como afectaciones físicas y mentales que a su vez son resultado de la violencia en el país.
“Las personas no solo han muerto por el conflicto, también por los efectos que deja la violencia como la desnutrición aguda que se da en estas zonas, debido a que la confrontación armada limita el acceso a los servicios de salud”, comentó Sánchez.
En ese sentido, el sistema de salud estima que las enfermedades crónicas, que han permanecido desatendidas durante las décadas de conflicto, se convertirán en las principales causas de mortalidad en la etapa de posconflicto.
Se sabe que para el caso de Colombia, en las zonas azotadas por las minas antipersona, los niños que nacen tienen un peso de 8.5 gramos por debajo de lo ideal.
“Lo que tenemos en el posconflicto es un problema de salud pública. Cuando miramos la principal razón de mortalidad en los municipios de Colombia se evidencia que tan solo el 12 % son causas externas como homicidios o accidentes de tránsito. Las preocupaciones más relevantes son los problemas cardiovasculares y renales”, puntualizó.
El representante agregó que el panorama del posconflicto está lleno de brechas poblacionales que deberán reducirse para asegurar que la comunidad tenga acceso a una salud equitativa y efectiva.
A su vez, se estima que si los municipios más afectados por el conflicto tuvieran las mismas condiciones y oportunidades de acceso que las zonas que no han sido víctimas de la violencia, se lograría reducir la mortalidad materna en un 58 % y la mortalidad infantil hasta en un 24 %.
Los acuerdos de paz firmados en La Habana apuntan, en materia de salud, a una nueva oportunidad para intervenir las formas del sistema y exigir una reforma estructural.
Sin embargo, la gran apuesta será la reducción de las brechas territoriales y los esfuerzos para adaptarse a las necesidades de los grupos poblacionales y territoriales que han permanecido apartados durante más de 50 años.