Los cardenales humillan a los juveniles de Nacional en el Atanasio Girardot y se encontrarán en la final con un Tolima que eliminó a Bucaramanga desde el punto de penalti. Santa Fe aprovechó la inexperiencia de los verdolagas e hizo sangre en la casa de su rival.
Así estarán las cosas en la Liga Águila para que Santa Fe, uno de los conjuntos más irregulares del campeonato, sea uno de los dos candidatos a jugarse el título de campeón del torneo. Los cardenales se pasearon por el Atanasio Girardot y abusaron de un Nacional lleno de imberbes. Los verdolagas mandaron a su equipo sub 20 -el verdadero se encuentra ya en Japón preparando el debut del Mundial de Clubes- a enfrentarse contra el León y salieron magullados. Básicamente fue como llevar a un recién salido de la secundaria a hacer la prueba del Icfes, el examen se les quedó muy grande y quedaron retratados ante su público.
Los albirrojos no se apiadaron. Aprovecharon la debilidad para hacer sangrar a un enemigo que tiene todas sus miras puestas en estos momentos en el Mundial de Japón. En la masacre se erigió un héroe entre los cardenales, Jonathan Gómez. De las botas del volante argentino, que tiene un guante en su pie derecha, nacieron los tres primeros goles.
A los 20 minutos ya habían dejado sentenciada la eliminatoria. Primero Moya tras aprovechar un despiste de la zaga verdolaga en una falta botada por Gómez que descolocó a los defensores. Y poco más tarde Osorio Botello, que embocó a gol un centro servido en bandeja del volante argentino.
La pelota era de los antioqueños pero las ocasiones llegaban del lado albirrojo. No les dejaron ni siquiera a los juveniles verdolagas disfrutar del descanso. Al segundo minuto de la reanudación volvían a golpear con un mazazo que terminó de humillar a los colegiales. De nuevo fallaron en la lección del balón parado y Tesillo se aprovechaba de su inexperiencia subiendo el tercero de la noche.
No se puede decir que no se dejaran todo su esfuerzo los juveniles de Nacional. Sobre todo un indío Ramírez que demostró rebeldía hasta el último momento. No tuvo suerte el talentoso mediapunta verdolaga, pero mostró un carácter que de seguir por esa línea estará destinado pronto a hacer grandes cosas.
El León no perdonó en las áreas y aprovechó para hacerle un saco aun más grande a su rival. Ánderson Plata ponía el broche a su gran partido haciendo el cuarto de la noche.
Los bogotanos cumplieron con su cometido y arrasaron ante una escuadra que padeció los años en sus cédulas. Los cardenales se cuelan en la final con justicia, habiendo dejado por el camino al actual campeón y al mejor equipo de Colombia este año. Nadie contaba con ellos pero ahí están, con un fútbol que no enamora pero da resultados.
En la final se encontrarán a un Tolima que tuvo que sufrir lo indecible para dejar fuera a los leopardos de Bucaramanga. El árbitro por poco les priva del sueño con un penalti en contra que nunca se debió señalar. Los pijaos consiguieron reponerse para darle la vuelta a la eliminatoria y vencer desde el punto de penal.
