Sao Paulo hace una radiografía de su rica colección de la escuela cuzqueña

La principal colección de arte de la escuela cuzqueña en Brasil, es objeto de un proceso de investigación documental y científico para determinar la antigüedad y procedencia de cada una de las piezas que la componen.

La principal colección de arte de la escuela cuzqueña en Brasil, que pertenece al gobierno regional de Sao Paulo, es objeto de un proceso de investigación documental y científico que busca determinar la antigüedad y procedencia de cada una de las 66 pinturas que la componen.

El objetivo de esta “radiografía” es aclarar las dudas sobre la fecha y el local de producción de las obras, ya que no todas proceden de Cuzco (Perú) ni fueron realizadas en la época colonial, explicó la curadora del Acervo Artístico-Cultural de los Palacios de Gobierno del Estado de Sao Paulo, Ana Cristina Carvalho.

“Ya hemos podido establecer que, pese a haber sido adquiridas como originales y tener esas características, algunas proceden de países vecinos de Perú y algunas fueron producidas para el mercado de arte entre las décadas de 1930 y 1960”, admitió la curadora.

La Gobernación del estado de Sao Paulo, el más rico de Brasil, adquirió las pinturas en las décadas de 1960 y de 1970 para los palacios oficiales en una época en que Brasil la moda en decoración eran los muebles y el arte colonial.

Los coleccionistas, adinerados, anticuarios y las propias autoridades fijaron entonces su mira en las pinturas de la llamada escuela cuzqueña colonial, una de las manifestaciones más originales de la cultura latinoamericana.

Este estilo, originario de Cuzco y producto del mestizaje entre los siglos XVI y XVIII, se reconoce por representar en tonos ocre pasajes bíblicos en territorio americano y por mezclarlos con motivos y rostros del imaginario indígena.

Las 66 obras de este estilo que pertenecen al estado de Sao Paulo estaban en diferentes edificaciones, principalmente en el Palacio de los Bandeirantes, sede de la Gobernación, y en el Palacio de Boa Vista, en la ciudad de Campos do Jordao, donde tienen su residencia de invierno de los gobernadores paulistas.

Las pinturas fueron agrupadas en el Palacio de los Bandeirantes para la exposición “Cuzqueños en las colecciones de arte de los palacios: reflexiones sobre el gusto en los años 1960 y 1970”, que abrió sus puertas el 20 de agosto y puede ser apreciada hasta el 4 de noviembre.

Con la exposición trascendió el proceso de investigación al que era sometido la colección.

“No se trata de establecer su originalidad. No queremos separar falso de verdadero. Eso es un debate eterno. Lo que queremos es reclasificar y valorar la colección”, explicó Carvalho.

“La escuela cuzqueña tuvo influencia en otras épocas y en otros países. Queremos ver lo que fue hecho en los diferentes períodos, no sólo en el colonial, y en diferentes países. Eso no va a desvalorizar las obras ni la colección. Por el contrario, cuando descubrimos informaciones como esa estamos agregando”, dijo.

La revisión fue iniciada hace seis meses con una visita de especialistas a Perú para conocer colecciones similares, conversar con conocedores, coleccionistas y marchantes de arte, y buscar más informaciones y datos sobre la escuela cuzqueña.

El proceso tiene carácter multidisciplinario y cuenta con el apoyo del consulado de Perú en Sao Paulo, el Instituto de Física de la Universidad de Sao Paulo (USP) y la historiadora Aracy Amaral.

Además del análisis documental e histórico, el proceso será complementado con modernas técnicas de análisis de imagen como la fluorescencia ultravioleta, el infrarrojo y la radiografía.

Esos exámenes permiten datar las pinturas a partir del análisis de los pigmentos y descubrir imágenes escondidas.
El análisis de las primeras obras mostró que se trataba en efecto de pinturas de la época colonial procedentes de Perú.

De una de las telas se descubrió que no sólo tenía esas características originales sino que escondía otras figuras realizadas en tres períodos diferentes.

“Era una pintura original que a lo largo del tiempo fue retocada y se le agregaron nuevas escenas. Ese hallazgo nos da elementos para orientar el proceso de restauración”, según la especialista.

El proceso de revisión está en su comienzo y no hay una previsión para terminar, explica la responsable por el acervo artístico del estado de Sao Paulo, que cuenta con cerca de 3.000 piezas, entre pinturas, esculturas, muebles, tapices y porcelanas.