Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) entre enero de 2016 y agosto de 2017 las dos principales causas de fallecimientos en Colombia son las enfermedades del corazón, con 60.944 casos (17,1%) y las cerebrovasculares con 24.548 casos (8,9 %) al año y la población que más se ve afectada son las personas entre los 65 a los 84 años, generando una gran preocupación entre la comunidad médica.
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son un conjunto de desórdenes que afectan el corazón y los vasos sanguíneos y se pueden manifestar de muchas formas; desde presión arterial (baja y alta), enfermedad arterial coronaria, enfermedad valvular, accidente cerebrovascular y arritmias. Las ECV también son consideradas como enfermedades no trasmisibles (ENT) debido a su larga duración, lenta progresión y necesidad de tratamiento.
Según el doctor Carlos Fernández Newball, asesor médico de Bayer, “Los síntomas de las enfermedades cardiovasculares, pueden variar de acuerdo con el tipo de ECV. Los más comunes son dolores en el pecho, dificultad para respirar, irregularidad en el ritmo cardiaco, hinchazón en las manos, los tobillos o los pies o dificultad para respirar”
¿Cuándo consultar el médico?
Existen varios factores de riesgo que pueden ponerlo en alerta frente a una posible enfermedad cardiovascular. La recomendación es consultar un especialista si se presentan dos o más de los factores de riesgo descritos a continuación:
- Obesidad: El exceso de peso puede elevar el colesterol y causar presión arterial alta o diabetes. Todas estas condiciones son factores de riesgo relevantes para la aparición de enfermedades del corazón. Según la Encuesta Nacional de Situación Nutricional para Colombia- 2015 (Ensin), el 27% de la población adulta tiene sobrepeso y el 19% ya padece de obesidad, representando un total de 57% de los colombianos con este problema de salud público.
- Hipertensión: La presión arterial alta no controlada puede producir el endurecimiento y el engrosamiento de las arterias, lo que estrecha los vasos por los que circula la sangre. El número de personas con hipertensión está aumentando en los últimos años en Latinoamérica. De acuerdo con un estudio en cuatro países de Sudamérica, entre esos Colombia, apenas el 57,1% de la población adulta que se estima con presión arterial sabe que tiene hipertensión, incrementando los riesgos de derrame cerebral, insuficiencia renal o ataques cardiacos.
- Tabaquismo: El consumo de tabaco puede afectar varios órganos del cuerpo y aumentar el riesgo de sufrir enfermedades como cáncer de pulmón, enfermedades coronarias, coágulos sanguíneos y debilitamiento en las paredes de los vasos sanguíneos. El 82% de las personas en Colombia no fuman. A pesar de esto 21.765 personas mueren por enfermedades atribuibles al consumo del tabaco.
- Colesterol: Los niveles altos de colesterol en la sangre pueden aumentar la formación de placas en las arterías o el desarrollo de aterosclerosis, que consiste en depositar grasas, colesterol y calcio dentro de las arterias que pueden dañar los vasos sanguíneos. Entre los factores críticos que producen los infartos, se encuentra el colesterol elevado, produciendo 428 infartos en Colombia cada día.
- Sedentarismo: Las personas sedentarias tienen un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón que las personas que hacen ejercicio de forma regular. En 2015, un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado por The Economist, ubicó a Colombia como el país más sedentario del mundo y reveló que el 60% de sus habitantes no realizan ningún tipo de actividad física.
- Ser mayor de 45 años: El cuerpo inevitablemente va cambiando de manera natural con el paso del tiempo. Dichos cambios también producen riesgo como la obesidad, problemas en la próstata o enfermedades cardiovasculares. Tener conciencia frente a los cambios que enfrenta el organismo a partir de los 40 años ayuda a mejorar la calidad de vida y puede jugar a favor de la longevidad.
El especialista Carlos Fernández, añade que “existen otros factores que contribuyen con la aparición de enfermedades cardiovasculares, como el mal manejo del estrés, efectos hereditarios, el consumo de alcohol y una dieta inadecuada alta en grasas saturadas y trans, derivadas en el exceso de alimentos saturados, lácteos y embutidos,”.
La clave es una buena salud cardiovascular
La detección temprana de factores de riesgo y tratamiento adecuado, así como el consumo moderado de Aspirina® 100, con la debida asesoría médica, son fundamentales para las personas con enfermedades cardiovasculares o con alto riesgo cardiovascular.[xi] La mayoría de estas enfermedades se pueden prevenir actuando sobre los factores de riesgo modificables, como el consumo de tabaco, alimentación desbalanceada, obesidad, inactividad física y consumo nocivo de alcohol, así como permaneciendo en constante visita a un médico para revisar el estado general de su salud.