La apneista colombiana y patrocinada por BBVA, Sofía Gómez Uribe, fue medalla de plata en la modalidad de inmersión libre al alcanzar una profundidad de 86 metros, en competencia llevada a cabo en Roatán, Honduras en donde se desarrolla el Mundial de Freediving o Buceo Libre y que cuenta con la participación de un centenar de deportistas de todo el mundo. La atleta pereirana fue segunda, después de la italiana Alessia Secchini, quien obtuvo la medalla de oro con una inmersión de 88 metros. La medalla de bronce fue para la japonesa Sayuri Kinoshita.
Gómez, para quien este es su primer mundial alcanzó en julio pasado, dos records mundiales consecutivos en la modalidad peso constante con bialetas, al pulverizar la marca de la eslovena Arlenka Artnik, que estaba en 82 metros y ponerla en 83, hazaña que repitió dos días después al dejarla en 84 metros para esa modalidad.
“Hoy me levanté muy indispuesta y encima de eso, nerviosa… not good. 45 minutos antes de mi inmersión fui al agua a calentar y me comencé a sentir peor y peor, 20 minutos antes de la inmersión estaba intentado vomitar”, escribió la deportista pereirana en su cuenta de Twitter, detallando su estado de ánimo previo a la competencia.
Sofía, además de su participación en inmersión libre, estará participando los días 29 de agosto y 1 de septiembre en las modalidades de peso constante sin aletas CNF y peso constante CWT. A propósito de cómo son estas jornadas, la misma deportista comentó: “Son 3 días de competencia, cada uno dedicado a una de las disciplinas, el día antes de la competencia se hace el anuncio de la profundidad a la que uno va a intentar ir, el anuncio es secreto y no se sabe lo que las otras atletas anunciaron hasta que la lista se hace pública. La lista tiene el tiempo en el que cada una hace la inmersión, se hace una por una…”, dijo Sofía.
Roatán es una isla hondureña que hace parte de la Barrera de Arrecifes Mesoamericana, el segundo sistema de arrecifes más grande del mundo, donde se pueden encontrar paredes que caen a cientos de metros sólo a unos pocos metros de las playas. Roatán, un popular destino de buceo desde los años 70, tiene toda la infraestructura necesaria para acoger este evento de clase mundial.
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