Con sus goles, Cristiano desterró las dudas sobre sus dolencias físicas y dio la Supercopa de Europa al Real Madrid (2-0) frente a un arrugado Sevilla
El Real Madrid ya ha hecho hueco en sus vitrinas para colocar el primer título de la temporada, la Supercopa de Europa. Cardiff fue el escenario elegido para esta edición en la que peleaban dos equipos españoles, una circunstancia que se daba por cuarta vez. Sobre el papel, el Sevilla llegaba más rodado y en mejores condiciones físicas, pero el conjunto madridista fue tan superior que no hubo partido (2-0). Tras una dubitativa pretemporada, los hombres de Carlo Ancelotti sorprendieron con buen juego bajo la batuta de un insaciable Cristiano Ronaldo. El portugués está de vuelta tras haber superado los problemas físicos que arrastraba desde el final de la temporada pasada y sus dos goles, esos que valen un título, lo ratificaron. Con el objetivo de evitar ocasiones, el Sevilla se encerró tantoque se olvidó de salir a jugar allanando el camino al Real Madrid.
La ambición de Cristiano Ronaldo no tiene límites. Bien es cierto que esto no es ninguna novedad, pero el equipo blanco tiene en las ganas del portugués un valioso activo. La noche en la que se cumplían cincuenta días desde su último partido en el Mundial, el delantero blanco demostró que había acertado desbaratando los planes del club que pasaban por no dejarle jugar la Supercopa de Europa. Y lo hizo como sólo él sabe: abriendo la lata. Corría el minuto treinta en Cardiff cuando Cristiano comenzó una jugada por la izquierda que pronto cambió de orientación cuando conectó con James Rodríguez. Éste cedió el testigo a Bale que subía por la derecha y vio la llegada del portugués. Con un segundo cambio de orientación, el galés se convirtió en asistente porque Cristiano remató el primer tanto de la noche en el segundo palo. Una contra ‘a la antigua’, cada jugador en su banda natural.
Hasta ese momento, el Sevilla había aguantado, pero acabó el primer tiempo pidiendo la hora. Los de Unai Emery dejaron jugar al Real Madrid con comodidad, algo que va en contra de sus señas de identidad. Los andaluces llegaban más rodados que los madrileños; de hecho, las primeras tímidas ocasiones estuvieron firmadas por el Sevilla. Al Real Madrid le costaba afinar a su orquesta, pero cuando lo hizo suyo fue el dominio y la posesión. Mientras los de Emery permanecían agazapados, intentando despertar de la mano de la creación de Denis Suárez, el Real Madrid empezó a animarse. Quince minutos después del pitido inicial, Cristiano lanzó una falta bien entonada y poco después inició una acción que acabó con un centro mágico de James y un acrobático remate de Bale. Al galés se le veía con ganas, pero estaba bien controlado por sus rivales.
Mientras el Sevilla intentaba, sin éxito, mimar el balón, el Real Madrid sumaba ocasiones. Lo intentó Benzema, pero cometió falta sobre Pareja para ganarle la posición y antes de ver portería, Cristiano lanzó un aviso. Recibió un pase del francés y ante el error de Fazio, se habilitó con un pase al frente; el problema es que no levantó la cabeza para ver por dónde salía Beto y éste le tapó el espacio. El Sevilla se arrugó cuando vio que iba por detrás en el marcador, se metió atrás intentando que el Real Madrid no aprovechase los efectos secundarios del tanto de Cristiano. Lo cierto es que los andaluces tuvieron ocasiones, pero se encontraron con un Casillas que se sometía a un duro examen. El capitán del Real Madrid tapó bien ante Vitolo y salvócuando su defensa se durmió; Coentrao, James y Sergio Ramos dejaron botar un balón que se fue envenenando hasta propiciar el remate de Carriço.
Hasta el descanso, el conjunto blanco había manejado el partido con comodidad, excesiva en algunos momentos. Incapaz el Sevilla de poner en apuros a su rival, los hombres de Ancelotti se movieron bien por todo el campo, abriéndose, llevando la voz cantante y dominando sobre el césped de Cardiff. La reacción que buscó Unai Emery en el paso por vestuarios se perdió en el minuto 49. Y la culpa la tuvo Cristiano Ronaldo porque, una vez más, alumbró una jugada que arrancó en el lateral y se trenzó en el centro del campo. Con un pase interior, Kroos conectó con Bale que cedió para Benzema. El francés se encargó de fijar la defensa sevillista preparando la irrupción de Cristiano que apareció en la frontal para regatear y firmar el segundo. Eso sí, contó con la ayuda de Beto ya que el balón fue por donde estaba situado el portero.
La ventaja blanca en el marcador calmó las pulsaciones de ambos equipos. El Real Madrid levantó, ligeramente, el pie del acelerador y el Sevilla se dejó llevar. Los de Unai Emery no arrojaban la toalla aunque les costaba, cada vez más, llegar hasta las inmediaciones del área defendida por Casillas; sólo se animaron cuando el choque había entrado en sus últimos dos minutos. Los blancos metieron miedo con un disparo de James que salvó Beto con una mano providencial y con un par de tiros lejanos de Benzema y Modric que se fueron varios metros por encima de la portería andaluza. Con el partido bajo control gracias a un torrente de fútbol, comenzó el carrusel de cambios en ambos contendientes. El primer título de la temporada se tiñó de blanco en Cardiff y el Real Madrid, de mano de Cristiano Ronaldo, ha colocado la primera pieza en un puzzle con el que todos sueñan: el ‘sextete’.
Ficha técnica
Real Madrid: Casillas; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao (Marcelo, m.83); Kroos, Modric (Illarramendi, m.85), James (Isco, m.71); Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema.
Sevilla: Beto; Fazio, Navarro, Pareja, Coke (Figueiras, m.83); Krychowiak, Carriço; Suárez (Reyes, m.77), Vitolo, Vidal (Aspas, m.65); Bacca.
Goles: 1-0, m.30: Cristiano Ronaldo. 2-0, m.49: Cristiano Ronaldo.
Árbitro: Mark Clattenburg (Inglaterra). Amonestó a Kroos (Real Madrid), así como a Navarro y Vitolo (Sevilla).
Incidencias: Final de la Supercopa de Europa disputado en el Cardiff City Stadium (Reino Unido) ante unos 30.000 espectadores.