El representante de España tuvo un tremendo error cuando interpretaba su número en la final de Eurovisión, concurso en el compiten todos los países miembros de la Unión Europea apoyados por las respectivas cadenas televisivas. Manel Navarro, quien pasará a la historia por el gallo que le salió en mitad de su canción, quedó último en el festival que acabó ganando Portugal.