Un trabajo 'sobre ruedas'

“La vida es bella” es el nombre de una película y tal vez una expresión cotidiana, pero para Jairo Chávez, conductor de uno de los recientes modelos de transporte y quien ahora como un colombiano más que hace parte de un gremio que lucha por la legalización de su labor, es la frase perfecta para describir su realidad.

Jairo Chávez, de 50 años y quien se siente muy orgulloso de no reflejar físicamente su edad, es conductor de bicitaxi desde hace cinco años. Este hombre, nacido en Cali pero más bogotano que ningún otro, quien se desempeñaba anteriormente como asesor comercial y trabajaba para una compañía reconocida, tuvo que iniciar de cero, pues en el momento menos esperado resultó siendo un desempleado más en el país.

Durante algún tiempo buscó trabajo en grandes compañías pero debido a su edad y a su falta de estudio, no lo tuvieron en cuenta para ninguna vacante. Sin embargo, uno de sus hijos le mostró una nueva opción de trabajo, en donde no le pedían más que una copia de su identificación y saber manejar una bicicleta.

Así, Jairo Chávez empezó a trabajar con este tipo de transporte, el cual tiene un mecanismo poco usual, ya que la fuerza para impulsar el móvil viene directamente del conductor. En el caso de Chávez, el proceso de adaptación duró tres meses.

Según Jairo Chávez, este trabajo implica un desgastamiento físico muy fuerte, produce pérdida de peso, dolor en varias partes del cuerpo, calambres en algunas ocasiones por lo que es necesario compensar con vitaminas y buena alimentación.

Este hombre cabeza de familia, es la piedra angular para el sustento de cuatro de sus nueve hijos (seis hombres y tres mujeres), quien agradece la oportunidad que este trabajo, que aunque aún no es legal, le brinda para poderles dar lo necesario a sus hijos y a su esposa.

El conductor de bicitaxi, se levanta muy temprano en la mañana a trabajar y termina su labor en horas de la tarde después de haber cumplido con sus doce horas de trabajo. Jairo Chávez a diario se pone una meta monetaria para poder cubrir los gastos de su familia, el mantenimiento del móvil y la bonificación voluntaria que da a la sociedad, ya que estos transportadores no cuentan con un salario y las debidas prestaciones establecidas por la ley, por lo que acuerdan entregar cierta cantidad de dinero para que la agrupación se mantenga.

El pasado miércoles más de 100 transportadores de este sector se plantaron en frente del Ministerio de Transporte con el objetivo de buscar la legalización de esta actividad ante el Estado colombiano, para que pueda ser reconocido como transporte público. Igualmente, estos hombres y mujeres piden que su medio de subsistencia haga parte del sistema integrado de transporte para que, según algunos conductores de bicitaxis, el gremio haga parte del Gobierno.

Miles de conductores decidieron detener sus labores hasta que el Gobierno apruebe sus peticiones. Mientras tanto, Jairo Chávez ya tiene un plan de contingencia para poder subsistir el tiempo que sea necesario, en caso en que las conversaciones con los entes del Gobierno se prologuen.

En el transcurso del día, el Gobierno permitió el ingreso al Ministerio de Transporte de cinco líderes de las diferentes asociaciones a la espera de una aprobación a la solicitud de estos trabajadores.

Modalidad de los bicitaxis


Este modelo de transporte tiene rutas en cada una de las localidades de Bogotá y cuenta con varias asociaciones que logran que los bicitaxis se encuentren en los lugares de la ciudad que no tienen cobertura del transporte público. Cada una de estas asociaciones se diferencia por el color, la innovación del pequeño carro y están encargadas de un sector en específico.

Las llamadas asociaciones realizan un estudio para cada una de las rutas, en el que se observa el flujo de pasajeros y la cantidad de personas que utilizan este medio. Del resultado de este, depende la cantidad de bicitaxis que pueda tener dicha agrupación. En el caso de Jairo Chávez, quien cubre la ruta de Banderas al occidente de Bogotá, en su asociación hay 40 móviles que entran en labor desde muy temprano en la mañana hasta altas hora de la noche.

Estos pequeños móviles realizan trayectos de máximo 30 cuadras, generalmente son carreras cortas, y tienen una tabla de precios similar a la del gremio de taxistas, con la diferencia que su costo oscila entre los mil y tres mil pesos dependiendo del recorrido.

La capacidad de estos móviles está destinada para que resista tres personas, dos dentro del cubículo y una en la parte de enfrente, en este caso el conductor.

En cuanto Jairo Chávez, él continuará siendo parte de este gremio hasta que la vida le dé la oportunidad de obtener un trabajo nuevo y con todas las prestaciones para darle las comodidades que su familia se merecen.