Una marcha que termina, un largo camino por recorrer

El domingo 7 de abril de 2013 miles de personas en todo el planeta marcharon para concientizar al mundo sobre el fenómeno del espectro autista.

Desde muy temprano, madres, hijos, familiares, especialistas y todo aquel interesado en la causa alistó una camiseta azul que le hablaba al mundo sobre el autismo.

A las 8 de la mañana se citó a toda la congregación en la carrera séptima con calle 32, frente al Ministerio de Salud y Protección social. Poco a poco se comenzaron a escuchar tímidas voces de los asistentes que, en medio de un domingo de ciclovía se reunieron para darse a conocer.

Patinetas, bicicletas, niños jugando y comiendo helado, parejas que caminaban lentamente por la carrera séptima, se detenían momentáneamente con gran curiosidad para averiguar qué estaba pasando en ese domingo cualquiera en Bogotá.

Casi cuando eran las 9 de la mañana la marcha arrancó. Con pasos lentos pero firmes se comenzó a escuchar una pequeña algarabía de las casi 200 personas que se reunieron en el punto de congregación.

Al fondo se escuchaban algunos carros que recorrían lentamente el pavimento de la carrera séptima, los conductores se detenían momentáneamente para preguntarles a los asistentes el motivo de esa marcha, algunos hacían sonar el claxon, otros seguían su camino indiferentes a la marcha.

Con un cielo completamente despejado se sentía la fuerza de un sol madrugador que llegaba fuertemente a los rostros de los más de 200 caminantes. Varias madres dejaron salir su gran instinto protector y sacaron las sombrillas para resguardar a sus hijos de ese imponente sol de la mañana.

Con el recorrer del camino más y más personas se unieron a la manifestación. Para sorpresa de los organizadores, el número de los asistentes se duplicó a medida que la marcha avanzaba.

Las madres abrazaban a sus hijos, quienes sonreían y seguían caminando. Con botellas de agua que agitaban o golpeaban, bombas de color azul que levantaban al cielo y golpeaban constantemente, le decían al resto de la rutinaria sociedad bogotana: “aquí estamos para ir borrando su ignorancia”.

Algunos vendedores ambulantes aprovecharon para vender maní, papas y dulces de todo tipo, además de pitos, panderetas e instrumentos artesanales que alegraban más la marcha. Sin darse cuenta, con su interés colaboraron a la marea azul convocada por la Liga Colombiana de Autismo.

Entre las notas de clarinetes y el resonar de bombos, acompañado con algunos cantos y pitidos, la marcha llamó la atención de gran parte de los caminantes de las calles de Chapinero, de tal forma que las motos y camionetas de los grandes medios de comunicación llegaron para cubrir esta manifestación.

Cámaras y micrófonos se acercaron a las diferentes celebridades que asistieron a la marcha: el Ministro de Salud y la Virreina Nacional de Belleza fueron las dos figuras que más resaltaron en un trayecto de la caminata. Desde ese momento, la gente que se encontraba sentada en la comodidad de su hogar se pudo enterar de las madres que fomentaron un movimiento para que en Colombia se empiece a tomar en serio este trastorno y todas las responsabilidades que implica.

Cuando los centenares de personas llegaron a la esquina de la 72 con séptima se escuchaban las voces de algunos de los organizadores que decían “lo logramos”. El recorrido casi había terminado y la inclemencia del sol de mediodía había desaparecido; algunas ráfagas de viento refrescaron a los asistentes y se sentía un ambiente de satisfacción propio de los momentos en los que se logran las metas propuestas.

El recorrido terminó a las 12 del mediodía en la carrera décima con calle 72 al frente de la iglesia de La Porciúncula. Las campanas de la misa de turno despidieron a los asistentes que se separaron y tomaron rumbos diferentes. Las pancartas se doblaron y las sombrillas se guardaron. Los más cansados se sentaron en la acera, los creyentes entraron a la iglesia, los organizadores dieron las gracias a todos los asistentes y los más ocupados se fueron a sus casas.

Pero todos proclamaron durante esas cuatro horas del domingo 7 de abril de 2013 que Colombia no seguirá siendo el país que olvide e ignore a cualquier persona diferente.

Reseña visual de la marcha aquí: http://www.youtube.com/watch?v=V_1WZhtmTsU&feature=youtu.be

José David Castilla @josedavidcasti7

Sala Contacto/ Politécnico Grancolombiano