En un recorrido por cinco universidades de Bogotá, se encontró que los centros de educación superior no tienen protocolos adecuados para la inclusión de personas con autismo.
Nathalie Fuentes, promotora de la Universidad Central, manifestó: “no se han tenido casos de este tipo, pero en el momento que esto llegue a suceder podría estar la opción de recibirlos”. Fuentes, resaltó que la Universidad tiene políticas de educación inclusiva, y para cuestiones de discapacidad se debe presentar el puntaje del ICFES; si la persona califica queda automáticamente inscrita. Posteriormente, en un comité de admisiones, se evalúa el caso y se toma una decisión.
Sin embargo, en Colombia las pruebas del Estado para bachilleres no están diseñadas para personas con trastorno generalizado del desarrollo. Por lo tanto, muchos aspirantes con autismo no pueden acceder a carreras profesionales porque la prueba es un requisito indispensable en todas las universidades del país.
De otro lado, Marcela González, encargada de admisiones de la Escuela Colombiana de Ingeniería, comentó que la Universidad no recibe a estas personas, debido a su déficit sociológico. Sin embargo, aclara que siempre se hace una prueba psicológica al aspirante para tomar una decisión.
La Universidad de La Salle establece en su reglamento que se reserva el derecho de admisión. Para tal fin, “se realiza una entrevista que pasa a determinar los rasgos de la persona. Si tiene una enfermedad psiquiátrica, la Universidad decide”, manifestó Sebastián Jurado, encargado de admisiones y registros.
Fernando Lozano, profesor de la Facultad de Derecho de La Pontificia Universidad Javeriana, explicó sobre el proceso de admisión que “no se discriminan a aquellas personas con algún tipo de discapacidad. Al momento de las admisiones pedimos que los aspirantes cumplan con los requerimientos cognitivos”. Además, manifestó que la persona debe ser capaz de mantener el ritmo académico que la Universidad exige.
De otro lado, Carlos Augusto García, Gerente de servicio de la Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano, afirma que no restringe el ingreso de personas con discapacidad, sino que, por el contrario, se da una atención especial de acuerdo al caso específico. Pero aclara que hasta la fecha no han tenido personas con autismo en la Institución.
Las fuentes consultadas evidencian que en los centros de educación superior en Colombia faltan políticas claras y coherentes de integración. Es necesaria la inclusión académica que permita a las personas con autismo el pleno goce de los derechos humanos y su efectiva participación en la sociedad.
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