Los constructores colombianos y puntualmente los de Bogotá y Cundinamarca aseguraron que el famoso Plan de Ordenamiento Territorial (POT) es desgraciadamente sinónimo de improvisación, confusión y exclusión.
La gerente de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) para el capítulo Bogotá y Cundinamarca, Martha Moreno dijo en Confidencial Colombia que está definición se da por lo que muestra el controvertido POT, toda vez que es inconsecuente tener normas enredadas que no garantizan efectividad y utilidad para la ciudad.
“Hay normas tan confusas que para entenderlas debe salir el Alcalde o los secretarios de cada uno de los despachos para explicárselas a la ciudadanía”, comentó la señora Moreno en el lanzamiento de Expoconstrucción 2013.
La experta en urbanismo expuso que resulta engorroso salir a darle explicaciones a la comunidad o a consultarla sobre las obligaciones e implicaciones de tener prostíbulos en los centros comerciales. “Tampoco podemos decir que a las personas les aseveramos que estamos quitando los planes parciales, es decir que ya no hay más plan maestro de cultos ni de turismo por citar un ejemplo”.
Indicó que cuando habla de exclusión es porque sencillamente se está haciendo una legislación para un centro ampliado sin pensar en el resto de la ciudad. Agregó que tal y como están las cosas, los habitantes de los bordes de la ciudad no tendrán acceso a parques, vías y desarrollo.
En su opinión el otrora centro de Bogotá, ese que se vino a menos con el paso de los años y que fue carcomido por el comercio y la descomposición social es una buena opción para el urbanismo si se tiene visión y ambición de ciudad.
“El riesgo hay que aprovecharlo para el desarrollo y no para echar hacia atrás las ciudades, aquí hay planes parciales aprobados y si los sacamos adelante tendremos suficiente espacio para cumplir con los proyectos de vivienda de interés social y prioritario”, afirmó la gerente de Camacol Bogotá y Cundinamarca.
Expresó su desazón por todo lo que está pasando en materia de urbanismo en la capital y sostuvo que lamentablemente a la ciudad le falta voluntad política para dar pasos importantes en desarrollo y proyección de gran metrópoli.
Comentó que en los últimos meses el sector de la construcción en la región ha perdido en lo corrido del año más de 72.000 empleos toda vez que registra una contracción superior al 50 por ciento. “Se han dejado de iniciar más de 10.000 ó 12.000 unidades de vivienda”.
Reveló que si bien se han licenciado muchas propuestas urbanísticas, a la fecha no hay certeza si arrancarán o no los planes expuestos, aparte de todo, anotó, no hay disponibilidad de servicios públicos domiciliarios como agua y demás. “En síntesis y poniéndolo en términos criollos, Bogotá urbanísticamente es una recocha total”.