El pitido final que indicaba que Suecia se había clasificado para el Mundial 2018 todavía resonaba cuando empezaron las especulaciones: ¿volverá el gran goleador retirado Zlatan Ibrahimovic para la final en Rusia?.
Suecia acababa de cerrar una victoria general de 1-0 sobre Italia en el repechaje con un equipo escaso de grandes nombres, que arrebató a los holandeses el segundo puesto en el Grupo A clasificatorio europeo y derrotó a Francia en casa antes de noquear a Italia, todo sin Ibrahimovic.
“Esto es increíble. El jugador acaba de dejar de competir hace año y medio y todavía estamos hablando de él”, dijo el director técnico de la selección sueca, Jan Andersson, a periodistas cuando se le preguntó si Ibrahimovic estaba listo para regresar.
El jugador de 36 años abandonó la selección después de una decepcionante eliminación en la fase de grupos en la Eurocopa 2016, terminando una carrera internacional que lo llevó a marcar 62 goles, muchos de ellos espectaculares, en 116 partidos representando a su país.
Poco después del partido, Zlatan publicó en las redes sociales una imagen de la selección sueca encabezada por la frase “We are Zweden” (Somos Suecia). Para el martes, tenía más de 1 millón de “me gusta” en Instagram, pero Andersson no pareció muy optimista sobre un posible regreso.
“Zlatan es, como ya he expresado, nuestro mejor jugador de todos los tiempos, un atleta fantástico en todos los sentidos, pero ha elegido no formar parte”, dijo en una rueda de prensa en Milán el martes.
El delantero del Manchester United, que actualmente se está recuperando de una grave lesión en la rodilla, siempre ha sido una figura divisiva en su país natal, adorado por sus habilidades pero a menudo percibido como arrogante y egoísta.