"Yo fui boina azul en Camboya"

José Ernesto López perteneció al grupo de efectivos colombianos ‘Peacekeeper’ que estuvo en Camboya en 1992, cuando apenas el país asiático se recuperaba del genocidio perpetrado por el dictador Pol Pot. El llamado a ser parte de la UNTAC (Autoridad Provisional de las Naciones Unidas), lo tomó por sorpresa. Esta es la historia de un boina azul colombiano en la Indochina.

Tuve la fortuna de conocer al entonces sargento José Ernesto López Castiblanco, mientras prestaba mi servicio militar, hace más de una década. Yo rondaba los 20 años y Castiblanco los 40. Así, la afición por la literatura, el cine y la cultura en general, forjaron una de las amistades más influyentes de mi juventud.

Siempre recordé la precisión con que refería sus anécdotas en Camboya y Tailandia (como turista), cuando había sido soldado ‘Peacekeeper’ (Pacificador) de Naciones Unidas entre 1992 y 1993.

En aquellos albores de los 90’s, se vivía en Camboyya la pos ‘Kampuchea Democrática’, o lo mismo: Camboya después del genocidio. Su descripción de Bangkok, la exótica capital tailandesa, era bien particular, con una capacidad narrativa y análisis de la realidad, verdaderamente notables.

En el marco del anuncio del Presidente Santos, con el que puso a disposición de Naciones Unidas a 5000 militares colombianos para labores humanitarias en Haití y Guinea-Bisáu, me dí a la tarea de encontrar a mi viejo amigo, hoy subcomisario de la Policía y con un pregrado en Comunicación Social. Esta es su historia.

En 1992, el entonces dragoniante López, hacía parte la Policía de vigilancia en la estación de Teusaquillo en Bogotá, aún era soltero pero ya estaba comprometido con su esposa actual.

En aquellos tiempos sin Google, Ernesto López, tenía tres pasiones: las investigaciones policiales, el cine y los idiomas: “yo molestaba mucho con el inglés y a todo el mundo trataba de hablarle en inglés”.

Un día, la persona que tomaba los comunicados, le compartió un mensaje que había llegado por radio y que solicitaba urgente, un listado de los policías que hablaran y escribieran inglés: “Yo me iba todas las tardes a cine, y con hojitas recicladas, tomada nota de algunas frases. Así duré viendo ‘Alien’ quince días”.

El dragoniante López se postuló junto a unos 500 policías, y luego de varios exámenes, incluyendo uno definitivo en la Embajada estadounidense, quedó entre los 40 primeros. De esta forma se enteró que el Gobierno colombiano había puesto a disposición de Naciones Unidas, dos comisiones de efectivos, una iría a Yugoslavia y la otra a la inhóspita Camboya. López había quedado en la segunda.

Así lo registran documentos de Presidencia: “Mediante la resolución 743 del 21 de febrero de 1992, el Ministro de Defensa Nacional Rafael Pardo Rueda, informa al Mayor General Miguel Antonio Gómez Padilla, Director de la Policía Nacional, que la Secretaría General de la ONU, ha seleccionado a la Policial Nacional para que haga parte de la UNTAC (Autoridad Provisional de las Naciones Unidas en Camboya).

Fue un hecho histórico. Cuando se cae la ‘Cortina de Hierro’ la URSS se desmorona. El discurso comunista se acaba y como se sabe, la Unión Soviética, patrocinaba pequeños países comunistas, entre esos: Cuba, Camboya, Vietnam Norte y Corea del Norte. Estos países quedan desprotegidos, a la deriva en mundo ya globalizado; sin economía y sin gobierno.

(…) Camboya tenía unas condiciones especiales. Además de ser protectorado de los rusos, ya venía experimentando una debacle y estaba siendo observada por la ONU. Era un territorio que hacía parte de la La Indochina, pero específicamente del Reino de Siam: Camboya, Tailandia y Laos.

(…) Cuando los americanos intervienen en Vietnam, ellos se instalan en el sur, donde existía aún la democracia. Camboya no tiene un papel directo en la Guerra, pero su frontera con Vietnam, era la más temida por Ejército Estadounidense. Porque los guerrilleros camboyanos eran el doble de sanguinarios que los vietnamitas, eran kamikazes. De hecho las peores derrotas que tuvieron los americanos, se dieron cuando se dejaron empujar por el Viet Cong hacia esa frontera.

(…) Nixon aceptó que la Guerra de Vietnam no era viable, porque Estados Unidos había perdido la guerra, pero sin reconocerlo. Sin embargo toda la parte que ocupo Estados Unidos en Vietnam fue occidentalizada, el contraste de viviendas del norte y sur, era muy notorio. Habían pasado 17 años desde el fin de la guerra y en el sur había hoteles bonitos y ya las muchachas se vestían como en occidente.

(…) Yo estaba muy ‘chucaro’, apenas llevaba 6 años en la Policía, era una persona sin visión del mundo, después me hallé a poder conseguir documentos. Si usted supiera la Camboya que yo encontré! Cuando llegamos a Phnom Penh, capital del país, solo quedaban como siete carros en toda la ciudad, un par de buses viejos, y de resto eran triciclos y motos.

(…) Antes de llegar aterrizar en Camboya, hicimos una escala en Londres y Bangkok. Tailandia era una hermosura: infraestructura, mujeres bellas, una berraquera. Cuando tomamos la última conexión hacia Phnom Penh, el nerviosismo era inevitable. Cuando el avión comenzó a descender, se veía agua por todas partes, pero era agua amarilla, de tierra. Se veían casitas en madera, bonitas, con los techos como se ven en las películas. El clima era muy fuerte, 40 grados de selva, con humedad”.

(…) Fui asignado al grupo que iba a la Provincia de Koh Kong, cuya capital es Kampong Seilá. Esto incluyó 34 vacunas, antes de viajar a poblaciones como Botum Sakor, Srae Ambel y Chik-hor Lu, una zona costera, humeda y llena de mosquitos. Yo dije: si me toca morirme, que bueno morirse en una vaina de estas raras, y no que me maten en una noche de procedimiento en Colombia, quedando como un anónimo”.

(…) La razón de ser de la UNTAC (Autoridad Provisional de las Naciones Unidas en Camboya) fue el desastre que dejó el príncipe Saloth Sar, más conocido como Pol Pot. Este ‘Hitler’ lideraba el ejército camboyano (sin estar en guerra) durante la Guerra del Vietnam, y cuando los vietnamitas llegaron triunfantes a desfilar a Camboya, este tipo los sacó. Sacar al ejército vietnamita le dio mucho crédito e ínfulas de poder, luego se convertiría en un dictador genocida.

(…) Después de la guerra Pol Pot derrocó al general Lon Nol (Caída de Nom Pen), Pot tomó el poder en el 75, fundando la Kampuchea Democrática, con un sistema de gobierno con inspiración maoísta.

(…) Yo tuve la oportunidad de estar en el Museo de los Crímenes Genocidas “Tuol Sleng”, donde hay un mapa de Camboya hecho con restos de víctimas del régimen de Pol Pot. Personas que no eran partidarias del régimen, que fueron torturadas y asesinadas a golpes, entre ellos niños.

CC: ¿Este genocidio fue en gran parte en los llamados Campos de los Jemeres Rojos?

(…) La palabra ‘Jemer’ se la inventaron unos periodistas hispanos, quienes para referirse al grupo étnico de Pot, los ‘Kh-mers Rouges’, los llamaron ‘Jemeres Rojos’.

Buscar

Anuncios