El grupo de familias Embera que llegaron al Parque Tercer Milenio, asegurando que fueron desalojados de paga diarios en Ciudad Bolívar al no contar con los recursos para pagar el arriendo, podrán, según dijeron sus líderes a Confidencial Colombia, ser reubicados en un predio en la misma localidad.
Estos indígenas llegaron a la capital del país desplazados de su territorio en el departamento del Chocó y desde ese entonces claman por ayudas tanto al Gobierno nacional como al Distrito. Desde entonces las autoridades de Bogotá y de la Nación, en compañía de la Personería y la Defensoría del Pueblo, vienen realizando una labor conjunta para atender sus necesidades, a pesar de que sus líderes niegan haberlas recibido.
Desde el lado de la Nación el director de la Unidad para las Víctimas, Ramón Rodríguez, dijo que a la población embera se le hizo una serie de claridades sobre el reconocimiento de la medida de indemnización y la ruta priorizada, la atención humanitaria de emergencia y se les aclaró que no se recibirán listados de personas que no se encuentren presentes en el Parque Tercer Milenio.
Con base en el censo realizado por la Secretaria de Gobierno de Bogotá, ante la comunidad embera ubicada en el centro de Bogotá, “la Unidad asumió el compromiso de realizar la atención telefónica a través de un equipo de orientadores, con el fin de recibir las solicitudes de la población sobre sus procesos de atención, asistencia y reparación integral”, aseguró el funcionario.
En el Distrito aseguran que se viene realizando un diálogo constante desde la Secretaría de Gobierno y la Alta Consejería Para las Víctimas para facilitar las ayudas que se requieren en materia de alimentación y todo lo que se requiere en materia de ayudas humanitarias, a pesar de la negativa de sus líderes, especialmente en lo que tiene que ver con atención en salud.
Si todo sale como se tiene planeado, el plan de reubicación podría darse durante este fin de semana y este grupo de indígenas víctimas del conflicto armado, dejarán de estar a la intemperie en el Parque Tercer Milenio en Bogotá, en condiciones no aptas para un ser humano.