La nueva directora del Instituto Distrital de las Artes – IDARTES Catalina Valencia habla en entrevista para Confidencial Colombia de los nuevos retos de la entidad durante la administración de la alcaldesa Claudia López y asegura que trabajará fuertemente para que en adelante el arte y la cultura se encuentren de manera transversal en los diferentes temas de Bogotá.
¿Cuál es su mayor desafío como directora de IDARTES?
Catalina Valencia (CV): El desafío más grande es tratar de que el arte y la cultura estén presente de manera transversal en la agenda del Distrito. La alcaldesa ha dicho que la cultura es un arma de construcción masiva, frase que me gusta y comparto, porque en Bogotá tenemos expresiones culturales muy fortalecidas si la comparamos con otras capitales en el país. Hemos tenido unos avances en cultura a los que se la ha asignado unos presupuestos para nada despreciables y eso es de destacar.
¿Hará lo posible para que el presupuesto que se destina para temas de arte y cultura se aumente?
CV: En la administración anterior el sector cultura tuvo asignación de 1 billón de pesos y en ese sentido tenemos que seguir apostando para conseguir más recursos, incluso aumentarlos si es el caso. Lo que me compete es el tema de las artes para la ciudad y cómo estas se convierten en parte de la vida cotidiana de los ciudadanos.
¿Cuáles son las apuestas para que el arte esté en cada momento del día a día del bogotano?
CV: Hay unas apuestas desde el arte y la cultura bastante grandes, una de esas tiene que ver en convertir a las artes en un facilitador de soluciones, especialmente las que tienen que ver con la vida cotidiana de los ciudadanos. En estos cuatro años una de las apuestas desde IDARTES está enfocada en mujeres y el cambio social, democracia y juventud, medio ambiente y una línea que tiene que ver con el arte y la memoria. La alcaldesa tiene muy claro que Bogotá es la ciudad de la paz y la reconciliación, en ese sentido las artes tienen un papel bastante importante en ese ejercicio.
¿De qué manera se puede trabajar el tema de memoria sin que suene aburrido y se quite la idea de que necesariamente deba generar lágrimas?
CV: El arte es el mejor camino, maneras hay muchas y aquí hay que ser bastante creativo, para en primer lugar llamar la atención de todos o una gran mayoría de bogotanos, sin irrespetar lo que puedan sentir o pensar algunas personas de temas que son bastante sensibles. El arte logra llegar a lugares donde los discursos no calan. Un buen ejemplo es la exposición fotográfica de Jesús Abad Colorado en el Museo Santa Clara, que con imágenes potentes las convierten en obras con saldo pedagógico, porque deja unas reflexiones e interpelaciones de lo que pasó en Colombia. Este ejercicio de la memoria a través del arte es lo que puede llegar a despertar emociones que nos cuesta reflejar porque entre otras, la gente está cansada del discurso de la paz, y aquí estamos hablando de la reconciliación. Esto es parte fundamental de lo que las artes pueden hacer, porque es un lugar de encuentros que generan vínculo entre los ciudadanos.
¿Cómo hacer para llegar a la mayor parte de la ciudadanía y despertarles el interés para visitar escenarios de arte y cultura?
CV: Lo primero es cambiar la percepción y la imagen de que IDARTES se dedica a la producción de eventos. IDARTES es un productor de contenidos y de vínculos con la ciudadanía a través de las artes. Buscamos formar a los ciudadanos en capacidades ciudadanas y el arte permite o es un camino para lograr ese objetivo.
Dentro de lo que ha visto en el poco tiempo que lleva como directora de IDARTES cree que se ha obtenido una respuesta positiva de parte de la ciudadanía a esos incentivos al trabajo que se ha desarrollado en esta materia.
CV: El trabajo que ha hecho IDARTES para la ciudad es un trabajo bastante importante, y así lo han manifestado los diferentes artistas en el Distrito, quienes sentían que no tenían un lugar donde gestionar sus asuntos e inquietudes. Ser artista en un país como el nuestro es muy difícil, es por esto que el desafío nuestro es enorme.
En la idea de democratizar el arte y la cultura, ¿han pensado en la posibilidad de realizar intercambios llevando actividades que se presentan en teatros como el Julio Mario Santo Domingo, La Castellana, Santa Fé, etc., a localidades de estratos 1, 2 y 3 como Bosa, Kennedy y Ciudad Bolívar, y las que realizan jóvenes artistas en estos territorios, traerlas a estos escenarios?
CV: Por supuesto, esto va mucho con una de las apuestas de la alcaldesa, que es la conexión con el territorio, que se ha perdido y que es el diagnóstico que han arrojado las conversaciones y diálogos con las personas en las diferentes localidades de Bogotá. IDARTES tiene un trabajo en el territorio que no se conoce tanto como quisiéramos. Hay un programa que se llama “Cultura en Común” con ofertas para adultos mayores, jóvenes, niños, articulado con la Secretaría de Integración Social. Este es un programa que vale la pena darle un mayor impulso. En localidades como Bosa valdría la pena preguntarse si la oferta de transformación de tejido social a través de las artes, puede visibilizarse aún más. Es importante ver la manera de apoyarlos, no solo con recursos, sino para que estas organizaciones culturales se mantengan en el largo plazo.
¿Seguirán apostándole a la idea de utilizar el arte para transformar entornos violentos?
CV: Bogotá es una ciudad que logrado una reducción significativa en los homicidios y considero que esto es gracias al arte y un cambio cultural que se ha dado en la ciudad y que ha sido muy significativo.
La administración anterior generó una serie de políticas públicas enfocadas a cuidar de las tradiciones ancestrales de tipo cultural de las comunidades afrodescendientes, indígenas, raizales y gitanas con asentamiento en Bogotá, ¿darán continuidad a estas iniciativas?
CV: Por supuesto, no solo continuidad, sino además su fortalecimiento, Bogotá es una ciudad multicultural y como tal hay que cuidar de estas comunidades y de sus tradiciones.
¿Cómo hacer del grafiti algo estético para la ciudad?
CV: He tenido charlas con personas que han generado espacios de diálogo entre grafiteros y personas mayores, donde los primeros manifestaron lo que para ellos significaba un grafiti. Al terminar esta conversación las personas adultas cambiaron su percepción frente a ellos y los entendieron. Estos ejercicios vale la pena continuarlo porque el diálogo intergeneracional permite una mayor compresión de lo que piensa el otro, el reconocernos entre la diferencia es algo que nos ha hecho falta como sociedad. Hay muros y espacios para desarrollar este arte, que son prácticas que ciudades como Berlín tienen y Bogotá no puede ser ajena, porque es el lugar donde muchos jóvenes manifiestan sus sentimientos y su manera de ver al mundo.
¿Cómo actuará la administración frente al arte callejero, con permisividad para quienes ocupan calles y andenes o con persecución policial?
CV: La alcaldesa ha sido muy clara en estos temas, ella ha dicho en muchísimos escenarios que el dialogo estará por delante. Aquí tenemos una dirección especializada en temas de arte y espacio público, creada en la administración de Peñalosa por una demanda ciudadana. Con esto vemos que las demandas ciudadanas son cada día más potentes y necesarias y que no se puede generar políticas públicas sin la gente.
¿Desde la dirección de IDARTES que cosas nuevas le gustaría ejecutar?
CV: En lo que tiene que ver con grafiti me gustaría gestionar la Primera Bienal del Grafiti. Espero conseguir los recursos necesarios porque es una apuesta bastante grande. IDARTES tiene oferta muy potente en todas artes canónicas, la idea es potencializar estos espacios. Además de lo anterior, quiero también trabajar para fortalecer la oferta y los circuitos de la noche bogotana, es decir, la noche como un espacio donde la gente se sienta segura para disfrutar del patrimonio y la cultura en todas sus expresiones en Bogotá. Me gustaría impulsar una estrategia de internacionalización de la capital como plataforma artística para el mundo y además, aprovechar los mensajes que los jóvenes quieren y necesitan, por eso es necesario visibilizarlos, lo mismo a las mujeres.
¿Buscará un equilibrio en la participación cultural entre hombres y mujeres?
CV: Por supuesto y en lo que tiene que ver con las mujeres hay que lograr que en los festivales al parque dejen de ser una cosa de 6 a 1, donde ese 1 son las mujeres. Aquí hay que impulsar a la mujer y darle un mayor espacio.
Bogotá ha dejado perder escenarios de teatro, uno de esos es el teatro de Teusaquillo, algunos de Chapinero y el teatro de Kennedy, que hoy es un gimnasio ¿Tiene la administración el interés de rescatar estos espacios culturales?
CV: Yo creo que más allá de construir más teatro debemos aprovechar muchos escenarios que ya existen en las localidades, ayudarlos en su sostenimiento. La oferta está concentrada en tres localidades y debemos llegar a más. En esta idea nos es de gran utilidad la cinemateca rodante. En junio nos entregan el segundo escenario móvil. Estos nos pueden servir como espacios para que la gente en estas localidades pueda disfrutar de nuevos contenidos y también de lo que la población quiere. Trataremos dentro de lo posible de ayudar, hasta donde nos sea posible, para que los demás teatros sigan funcionando. Hay que tener en cuenta que algunos no pertenecen a IDARTES, ni al Distrito.
¿Está feliz con su nombramiento y con este nuevo reto?
CV: Estoy haciendo hasta lo imposible para que mi gestión sea impecable, me estoy rodeando de personas con las mayores calidades humanas y profesionales. Es una aventura.