“No hay mejor inversión que invertir en las personas”: Luis Ernesto Gómez

El nuevo Secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, recibe a Confidencial Colombia en su despacho de la alcaldía. Tranquilo, amable y sonriente como siempre. Analizamos la actualidad de Bogotá desde un mapa gigante que adorna su pared. No es nuevo en retos de gestión pública pues ya fue Viceministro del Interior hace unos años y sabe que vienen muchas noches de insomnio y trabajo por la ciudad. Ambientalista convencido de que la tecnología puede cambiar el mundo… Hay algo que no cambia con el paso de los años en su corta pero intensa carrera política: sus tenis Converse que lleva puesto a todas horas y que han forjado buena parte de su personalidad y proyección de su imagen pública, siempre cercana a los más jóvenes.

Confidencial Colombia: Ya ocupa el segundo cargo más importante de la ciudad díganos ¿Qué Bogotá heredó el 1 de enero del anterior alcalde Peñalosa?

Luis Ernesto Gómez: Hay que reconocerle muchas cosas al alcalde y no vamos a venir a cambiar todo. Los bogotanos saben nuestras profundas diferencias en políticas medioambientales y en el sistema de movilidad con la anterior administración, pero es de reconocer la protección a líderes sociales que lograron que no hubiera ni un solo muerto. También se hicieron bien las políticas de integración a los inmigrantes venezolanos, asumiendo un reto inmenso como fue la llegada de 400.000 migrantes, lo mismo que toda Alemania con los sirios. Todos estos programas de salud y educación a estas personas los seguiremos desarrollando y fortaleciendo. No obstante, vamos a dar un giro al estilo de gestión de la ciudad.

Luis Ernesto Gómez, secretario de Gobierno de Bogotá

C.C: ¿Qué visión tiene de Bogotá? ¿Qué ciudad querría dejar dentro de cuatro años?

L.E.G: Bogotá tiene que volver a subir su autoestima. Ser conscientes de todo lo bueno que tiene esta ciudad. Bogotá es cultura, diversidad, el páramo más grande del planeta, una sociedad abierta a todos. La ciudad en la que se materializan los sueños. Lo primero es reconocer a todos y mirar para adelante. Vamos a cambiar el clima de confrontación y construir una nueva visión en la que no hay enemigos. Concientizarnos de que el otro no es un canalla, eso se logra bajando las prevenciones.

C.C: ¿Cómo hacemos que progrese Bogotá’

L.E.G: Nosotros vamos a poner el foco en las personas. No hay mejor inversión que hacerlo en la gente, con ello construimos ciudadanía. No dejando a nadie atrás. Educación, entretenimiento… No es con obras únicamente como se mejora la calidad de vida.

C.C: ¿Qué tanto de ‘Activista’ tiene el nuevo secretario de Gobierno?

L.E.G: Tengo una enorme responsabilidad con todos los bogotanos. Yo sigo siendo el que soy y mi movimiento existe en el Concejo de Bogotá y otras ciudades. Mi tarea es servir a todos, especialmente a quienes no votaron por nosotros. Yo seguiré defendiendo en lo que creo: el medioambiente, los animales, la igualdad de género y además estas causas están enmarcadas en las políticas de esta alcaldía.

C.C: Cuénteme un poco más sobra idea de ‘presupuestos participativos’ en las localidades.

L.E.G: En las alcaldías locales se van a destinar unos presupuestos en los cuales, la alcaldía Mayor pone algo a cambio de que la ciudadanía ponga algo también. Es un compromiso de todos que busca concientizar a través de una corresponsabilidad que hace que todos nos impliquemos. La gente por naturaleza cuida su casa, eso queremos trasladar a cuidar su antejardín o parque. La alcaldía pone y la comunidad pone, no plata que ya paga impuestos, sino en apropiación de espacios y concientización.

C.C: Muy estilo Mockus…

L.E.G: La cultura ciudadana está encarnada en Mockus. Esta nueva alcaldía tiene muchos ‘hijos’ de aquel estilo de gestión que implantó Antanas Mockus por supuesto también representada en nuestra alcaldesa. Nosotros no podemos ser lo mismo que Mockus porque la ciudad y el mundo ha cambiado en 20 años, pero sí incluye la base que se creó en aquella época. Incluimos preocupaciones como la sostenibilidad, el trato con el otro o la misma importancia de la inteligencia emocional, el manejo de las situaciones difíciles para que todos podamos convivir bien.

C.C: Esta nueva política implica un freno en las obras…

L.E.G: No, no. Bogotá es una ciudad que tiene que seguir creciendo, sin traumatismos, hay que dar continuidad a todo lo que ya está proyectado, lo contrario sería dilapidar el patrimonio de los bogotanos. Pero hay un cambio esencial. Peñalosa piensa que los espacios transforman a las personas y por eso se invirtió en infraestructura. Nosotros pensamos que las personas transforman los espacios y por eso el foco será la gente y la construcción de comunidad. Eso no quita que no vayamos a construir parques o vías.

Luis-Ernesto-Directo-Confidencial

De izq. a der. Marcial Muñoz, director de Confidencial Colombia y Luis Ernesto Gómez, secretario de Gobierno de Bogotá

C.C: ¿Y en cuanto a movilidad? el Metro y TransMilenio…

L.E.G: Vamos a invertir en Metro. Eso implica en dejar de invertir en TransMilenio. Había 14 troncales proyectadas en el nuevo POT. Muchas de ellas no se van a construir y el diseño de la Séptima queda descartado, pero vamos a prolongar la primera línea de Metro, imaginamos que debe ser una herradura de Kennedy, Bosa, Engativá y Suba. Le vamos a apostar junto a la Gobernación de Cundinamarca a la red férrea. Trenes ligeros, el de Occidente ya está en construcción y queremos ampliar la red a la zona norte y la zona sur con dos líneas nuevas.

C.C: La seguridad en Bogotá

L.E.G: El primer paso es mejorar la seguridad en las localidades del sur como Bosa, Kennedy, Soacha y Ciudad Bolívar donde operan muchas bandas. Para ello, estableceremos nuevos mecanismos de coordinación entre la policía de Bogotá y la de esas localidades. Esas redes operan desde allí por ese vacío y desconexión y es lo primero que tenemos que combatir.

C.C: Respecto a las marchas…

L.E.G: Va a haber un cambio. El ESMAD no va a salir salvo en casos de extrema gravedad, es una fuerza de último recurso. El diálogo será siempre nuestra vía para solución. La gente tiene una necesidad de expresión que habrá que canalizar. Si los jóvenes quieren rallar una pared que no la ralle, le damos un telón y que lo pinten y si quieren luego lo exhibimos en un espacio público. No reprimir esa expresión sino darle garantías.

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