La actuación y el baile de Tap hicieron que Jonathan Rincón perdiera la timidez que desde niño le impedía hablar en público y expresar sus sentimientos.
Fue traído a Bogotá cuando tenía 5 años de edad de su natal Boyacá. Crece en medio de una familia humilde, compuesta por su abuela materna (Fanny Pineda Bravo) y tres primos. Jonathan no conoce a su padre porque este fallece cuando era muy pequeño.
Su madre se queda en su tierra trabajando y no ha dejado de pedirle que regrese a su lado, sin embargo, el asegura no querer dejar a su abuela, una señora de 74 años que ha estado pendiente de todas sus necesidades y quien le matricula en el Colegio Jorge Eliecer Gaitán, en donde cursa sus estudios de educación básica.
A pesar de tener un hermano (Fabián), compartió muy poco tiempo, porque este crece con su madre y más adelante viaja a Brasil en donde está radicado. Con sus primos Jonathan, Miguel y Julián jugaba fútbol y juegos de mesa como Tío Rico, parqués, etc.
De niño le gustaba mucho jugar fútbol con sus amigos del barrio, pero invitado y motivado por sus primos, porque Jonathan al ser bastante tímido, sentía pena de hablar para pedirles que le dejaran jugar con ellos.
Al cumplir 15 años de edad ingresó a la escuela de Alejandro Barragán para estudiar actuación, en donde recibió clases del actor Óscar Borda y es allí donde comienza a vencer la timidez. Para esos momentos cursaba el grado once de bachillerato y es entonces cuando se da a la oportunidad de hablar en público, tras haber dado sus primeros pasos en teatro, presentando su nombre a consideración del estudiantado para el cargo de personero.
Luego de recibir el grado de bachillerato ingresa a la Academia Charlot para retomar las clases de actuación, esta vez, con un mayor nivel. En esta ocasión refuerza la expresión corporal.
Se considera amante de la música pop en español, la música clásica y la salsa, y además baila Tap. Le gusta compartir con pocas personas, porque asegura que solo así se les puede conocer mejor.
Del mundo artístico asegura no compartir las constantes fiestas que, según él, hacen parte de la rutina. Admirador de los actores Hernán Méndez y Óscar Borda. Estuvo seis años en la actuación construyendo personajes y participando en diferentes producciones como “Madre Luna” por ejemplo. Recuerda mucho la obra de teatro “El médico a palos” -de Moliere-, en donde tuvo la oportunidad de interpretar a Leandro.
Cuando ingresa a trabajar como profesor en el colegio Principado de Mónaco, descubre que le gustaría ayudar para que se generen políticas públicas que incentiven mucho más a jóvenes y niños a formarse en las artes escénicas, motivándoles a vencer la timidez. Según él, “esto evitaría que personas de corta edad se suiciden o caigan en fuertes estados de depresión” Esto le impulsa a buscar un lugar en la política, anhelo que quiere lograr desde el Movimiento Independiente de Renovación Absoluta – MIRA.
Son tantas las ganas que tiene Jonathan de ayudar para que se creen este tipo de políticas públicas, que está dispuesto a dedicarle el mayor tiempo necesario, en caso de que logre ser elegido concejal de Bogotá. Esta dispuesto a escuchar a la comunidad sin distingo alguno, pero siendo respetuoso de la ley y de la Constitución.
Jonathan considera que es una persona calmada, romántica y alegre. El día después de las elecciones quiere estar al lado de su familia, sus amigos y de las personas que le han acompañado en la campaña para ganar una curul en el Concejo de Bogotá.