Muy a pesar de que las tres ponencias del proyecto del Plan Ordenamiento Territorial radicadas en el Concejo de Bogotá, tienen carácter positivo, proponen cambiar un 30% de la iniciativa de la alcaldesa Claudia López.
Una de esos cambios tiene que ver con no permtir la presencia de bares, moteles y prostíbulos en zonas residenciales, y que estos se ubiquen exclusivamente en las vías como la carrera 30, la calle 80, la Autopista Norte y a más de 500 metros de hospitales, colegios e iglesias.
Los ponentes proponen eliminar la restricción para construir apartaestudios y se deja el área mínima de 42 metros para la construcción de viviendas de interés social y de interés proritario. Se pide además incluir un segundo aeropuerto para Bogotá, comprometiendo al Gobierno nacional, Distrital y a la Aeronáutica Civil a hacer un estudio para viabilizar la nueva terminal aérea que quedaría por Mosquera o Funza.