En el último debate sobre la situación que presenta el mobiliario en Bogotá, la concejal Lucia Bastidas, manifestó que más de 100 millones de pesos son hurtados del mobiliario público, la inseguridad ha crecido en un 48% como lo demuestran las estadísticas, y aseguró que el problema no es solamente el hurto de las tapas de alcantarillas, sino que esto genera un tipo de trampa mortal.
Bastidas explicó además que se requiere implementar estrategias para combatir la inseguridad y que se requieren soluciones efectivas que permitan proteger a los ciudadanos.
A su vez, el Concejal Diego Laserna solicitó a la Administración informar si el Laboratorio de Innovación que fue aprobado en el plan de Desarrollo, y que sería el encargado de estudiar el tema, está funcionando.
En el uso de la palabra la Gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Cristina Arango Olaya, manifestó, que se están trabajando otro tipo de seguridades para las llaves de las tapas, y el manejo por parte de los operadores lo cual no ha sido eficiente, lo que da mayor resultado es, la fabricación de tapas en concreto, pero presentan mayor dificultad a la hora de realizar los mantenimientos.
La funcionaria explicó que para el 2021 el hurto de tapas desbordó las proyecciones, y que en lo relacionado con el hurto a los medidores del agua, estos se cobran al usuario y el desperdicio del líquido lo asume la empresa.
El delegado de Codensa, Doctor Alejandro García Cabrera, manifestó que, durante los últimos 5 años fueron hurtados mil medidores, una volumetría baja que corresponde al 0.2%, con un valor de reposición de aproximadamente 100 millones de pesos.
El Secretario Distrital de Seguridad Convivencia y Justicia Aníbal Fernández de Soto, en su intervención manifestó que, la ciudad está ante dos modalidades de hurto en el mobiliario, que por lo general se presentan en sitios retirados de la Ciudad, y para esto se han creado estrategias, como equipos de seguridad y acompañamiento en las localidades, atención comunitaria de espacios públicos y entornos escolares, cámaras de seguridad con georreferenciación y puntos de receptación específicos de acuerdo al material hurtado, entre otros.