El anuncio de construcción de una estatua alusiva a quienes dejaron las armas para apostarle a la paz, haciendo alusión al M-19, guerrilla de los años 80, integrada por Gustavo Petro, Vera Grave, Antonio Navarro, Carlos Pizarro, etc., reincorporada durante el Gobierno de Virgilio Barco Vargas, despertó la polémica en Bogotá por el monto estimado en el cupo de endeudamiento (5 mil millones de pesos).
“No siempre se ha honrado la memoria ni de las víctimas ni de quienes decidieron dejar las armas, honrar esa memoria, reconocerla, respetarla y aprender de ella es parte de lo que necesita con urgencia Colombia, para continuar caminando por el camino de la paz, para continuar por el camino de la reconciliación”, dijo la alcaldesa Claudia López en el acto celebrado en la Plaza de Bolívar en el mes de marzo, con motivo de la conmemoración de la firma de la paz con el M-19.
Esta idea contemplada dentro del plan de cupo de endeudamiento, ha generado diferentes reacciones en el Concejo de Bogotá, donde la concejal Lucía Bastidas por ejemplo ha dado declaraciones oponiéndose a esta posibilidad.
“Gasto suntuoso, algunos dicen que enemigos de la Paz nos oponemos a malgastar los recursos en un monumento, por favor aterrizar. Eso se puede invertir en un fondo para víctimas del vandalismo”, escribió Bastidas en su cuenta de Twitter.
Por su parte el concejal del Centro Democrático Andrés Forero, dice que “el palo no está para cucharas y esos cinco mil millones de pesos tendrían una mejor destinación”.
Al respecto la directora del Instituto Distrital de Turismo de Bogotá, Karol Fajardo, explicó ante el Concejo de la ciudad que, “la idea es reconocer los aciertos en materia de paz en la historia del país en una pieza, cuyo material es la fundición de armas del M-19, que eso nos ahorra también costos. Es muy coherente con el honor que queremos hacer al cumplimiento de los 30 años (del mencionado acuerdo)”
El monumento, estaría ubicado en lo que se llama el eje de la memoria que se encuentra entre el aeropuerto el Dorado, el centro de Bogotá y se extiende hasta el Parque Simón Bolívar, sobre la Avenida el Dorado.
La polémica se presentó en medio del debate del cupo de endeudamiento solicitado por la Alcaldía y que debe ser aprobado en la Comisión de Hacienda y en la plenaria del Concejo de la ciudad.