Indígenas de la comunidad Misak continúan derribando estatuas de conquistadores españoles, esta vez el turno fue para Gonzalo Jiménez de Quesada, fundador de Bogotá.
El monumento estaba ubicado en la Plazoleta del Rosario sobre la Avenida Jiménez entre carrera Sexta y Séptima, frente a la Universidad del Rosario, el Banco de la República y el Museo del Oro.
En el lugar hicieron presencia gestores de convivencia y la primera línea de fuerza de la Policía, cumpliendo los protocolos de la Alcaldía de Bogotá.
Tras la caída del monumento los indígenas gritaron arengas a favor del paro nacional que se adelanta en el país.
“Lo que acabamos de hacer, junto con las mujeres mestizas de Bacatá, el movimiento de autoridades indígenas de suroccidente, es una limpieza, una sanación espiritual, derrumbando a este masacrador y violador número uno de aquí de Bogotá”, dijo a BLU Radio uno de los manifestantes.
La tendencia a derribar estatuas de los colonizadores españoles inició con el monumento de Sebastián de Belalcazar en Cali.