El concejal de Bogotá Diego Cancino, denunció que “cuatro jóvenes de 17, 28, 30, 34 años que se encontraban en un bar fueron blanco de las balas que al parecer disparó Marcelo Gómez Pulgarín en la noche del 11 de julio, en Candelaria la Nueva en Ciudad Bolívar”. De acuerdo con familiares de los muchachos, Gómez Pulgarín, se desempeñaba como Subintendente de la Policía Nacional, según información obtenida en la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Kennedy.
En el hecho, el menor de edad Dylan murió al instante, Fernando (28 años) murió días después, Darío (30 años) logró recuperarse luego de incontables cirugías y Jorge logró escapar ileso.
“De acuerdo con uno de los sobrevivientes, ellos estuvieron en el bar hasta casi la medianoche jugando “bolirrana”, pero cuando fueron a cancelar la cuenta el dinero no les alcanzó. Uno de los muchachos le propuso al dueño del billar dejarle el celular en garantía hasta el día siguiente para regresar con la plata. El dueño acepta y les regala un paquete de chicharrones”, relató el concejal Diego Cancino.
“Dicen los testigos que el policía, Gómez Pulgarín, estaba de civil bebiendo cerveza y jugando póker y se opuso al arreglo de manera violenta. Insultó a los muchachos y dijo que no era una casa de empeño”, aseguró el concejal.
“Hay un cruce de palabras. Los muchachos le dicen al policía “no sea sapo”. El policía le da un puño a uno de los muchachos. Ante tal agresión, otro muchacho le pega con una botella. Inmediatamente, el policía saca una pistola y le dispara en el pecho. Los otros salen corriendo por el local, pero el policía le dispara en el cuello a otro y a un tercero le da tres tiros en un brazo. Estando en el suelo, el policía le grita “ahora sí lo voy a matar” y le dispara de nuevo”, relata Cancino.
El cuarto muchacho logró huir ileso.
Uno de los sobrevivientes que estuvo consciente todo el tiempo narró que el billar quedó solo y los muchachos quedaron tirados en el piso. La policía llegó y los arrastró por las escaleras para bajarlos, sufrieron varios golpes. No verificaron sus signos vitales. “Nos tiraron a la patrulla uno sobre otro, como perros”, dijo.
Los muchachos fueron conducidos al Hospital de Meissen. El sobreviviente dice que escuchó a un policía hablar por celular: “Uno ya está muerto, el otro va para lo mismo y otro está agonizando”. Según el sobreviviente, el policía pidió las historias clínicas. Se las negaron. Hizo otra llamada: “¿Qué hago, le caigo allá?”.
El Subintendente de la Policía Gómez Pulgarín es capturado en su vivienda. El 14 de julio, es decir tres días después, es dejado en libertad puesto que su captura estaba viciada y se declaró ilegal.
Según las familias, en las tiendas del barrio aparecieron panfletos firmados por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia en los que amenazaban de muerte a varios muchachos.